Virgen Del Santo Rosario

Esta web usa Google plus Analytics para recopilar información anónima como el número de visitantes del ubicación, o las páginas más populares. La Iglesia católica celebra el día de hoy la advocación de Nuestra Señora del Rosario o Virgen del Rosario. Les invitamos a rezar este Santurrón Rosario de los 7 dolores de Nuestra Señora. En la antigüedad, los romanos y los helenos acostumbraban a coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. Letrada y cobijo de nosotros pobres pecadores, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, asistidme en el trance de la desaparición y abridme las puertas del cielo.

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El Hermano lego enfermó de gravedad; el resto frailes notaron que el altar de la Virgen no tenía las rosas habituadas, y dedujeron que era el Hermano quien ponía las rosas. Nadie le había visto jamás escapar del convento, no sabía que comprara las bellas rosas. Entonces, cuando acababa sus trabajos por la noche (él era el portero, el barrendero, el hortelano, etcétera.) se iba a la capilla del convento y se hincaba frente a la imagen de la Virgen María, y recitaba 150 avemarías (el número de los Salmos), entonces se retiraba a su celda a dormir.

El rezo del Rosario sostuvo su fervor cien años tras la desaparición de Beato Domingo, y luego comenzó a ser olvidado. Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío. Por ser Tú quién eres, Bondad infinita, y por el hecho de que te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte insultado.

De Qué Forma Rezar El Santurrón Rosario

Ayudado de tu divina felicidad propongo firmemente nunca mucho más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Hoy, miércoles 7 de octubre, la Iglesia católica honra la figura de la Virgen del Rosario. Hablamos de una de las advocaciones de la Virgen María que, según la tradición, se apareción a Domingo de Guzmán en 1208 con un rosario en las manos, el cual le enseñó a rezar y le dijo que lo predicara entre los hombres. Reina de cielos y tierra, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, sed mi amparo y defensa en las tentaciones de mis contrincantes. Acueducto de las divinas gracias, Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, concededme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. De todas y cada una de las visualizaciones de la Santísima Virgen reconocidas y aprobadas por la Iglesia, en Fátima es donde nuestra Señora sugiere con más fuerza el rezo del Rosario, especialmente como oración de petición por la paz.

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Pero no deseaba que la devoción consistiese únicamente en prácticas de devoción ajenas. Quería que los Hermanos pusiesen particular empeño en imitar las virtudes de María, más que nada su fe, su esperanza, su caridad, su humildad, su facilidad y su pureza; y que asimismo lo inculcasen a sus educandos. Los cristianos sabían que, si perdían esta guerra, su religión podía peligrar y por tal razón confiaron en la asistencia de Dios a través de la intercesión de la Muy santa Virgen.

Origen de la palabra Rosario, que significa “corona de rosas”, se remonta a la antigüedad, donde los romanos y los griegos acostumbraban a coronar con rosas a las esculturas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. Padre nuestro, que andas en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Fue el papa Pío V quien en el siglo XVI instituyó su conmemoración coincidiendo con el aniversario de la victoria de la Guerra de Lepanto aunque lo logró con la denominación de Nuestra Señora de las Victorias. El papa Gregorio XIII fue quien su nombre al de Nuestra Señora del Rosario. «Todo el Credo pasa, ya que, ante nuestros ojos, no de una manera abstracta, con fórmulas dogmáticas, sino más bien de una manera concreta en la vida de Cristo, que desciende a nosotros y sube a su Padre para conducirnos a Él.

Para ellos se inventó una forma de oración que pudiera ser de forma fácil memorizable. «Logré de mi Divino Hijo que todos los que propaguen la devoción de mis lágrimas y dolores sean llevadas directamente de esta vida terrena a la alegría eterna, puesto que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo va a ser su consuelo y gozo eterno». El 7 de octubre de 1571 se realizó la guerra naval de Lepanto, en la que los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por tal razón confiaron en la ayuda de Dios por medio de la intercesión de la Muy santa Virgen.

La Víspera De Todos Y Cada Uno De Los Santos Es Una Celebración De Luz, No De Obscuridad Y Terror

Es todo el dogma cristiano, en su profundidad y esplendor, a fin de que podamos de esta manera y todos los días, comprenderlo, saborearlo y dar de comer nuestra alma con él» (R. Garrigou-Lagrange, La Madre del Salvador y nuestra vida interior, 3 ed. Buenos Aires 1954, 261). El secreto de la vida eterna nos lo evoca la Resurrección del Señor, su Ascensión, Pentecostés, la Asunción de María y su Coronación como Reina. Los tres grupos de secretos nos recuerdan los tres grandes secretos de la salvación. El misterio de la Encarnación nos lo evocan los gozos de la Anunciación, de la Visitación, de la Natividad del Señor, su Presentación en el templo y la Purificación de su Madre y, para finalizar, su encuentro entre los doctores en el Templo. En esa temporada, los que no sabían recitar los 150 cánticos del Trabajo divino los reemplazaban por 150 Avemarías, acompañadas de genuflexiones, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o de nudos hechos en una cuerda.

TIERRA SANTA Para un cristiano, los lugares en que Cristo nació, vivió, padeció, murió y resucitó tienen un carácter especial. La añoranza que se siente al pensar en esa tierra, santificada por el paso del Verbo Encarnado, nace del cariño que tiene el creyente a todo cuanto rodeó la vida terrena del Hijo de Dios, que “acampó entre nosotros”. El día 27 de noviembre de 1830 la bondadosa, solícita y buena madre del cielo, le mostró a santa Catalina Labouré, con una visión, grabada con letras de oro, la jaculatoria ¡OH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS! Esta jaculatoria, adjuntado con llevar colgada al cuello la Medalla Prodigiosa que asimismo se le mostró , te garantiza es promesa de la Virgen vivir bien, fallecer en paz con Dios y salvarte. La iglesia recomendó rezar el rosario, el que consistía en recitar los 150 salmos de David. Pero sucedía que los hermanos legos que formaban una parte de las comunidades monacales eran iletrados y no podían leer los Cánticos.

“Es Posible Que No Alcance A Ser Santa, Pero Sí Conozco El Infierno Y No Lo Deseo Jamás Más En Mi Vida”

La Imagen de Nuestra Señora del Beato Rosario es una obra anónima, atribuida por algunos investigadores a Pedro Duque Cornejo, siendo la escultura del Niño Jesús que sostiene en sus brazos una obra previo fechable en las primeras décadas del siglo XVI. En sus orígenes la imagen de la Virgen era de talla completa, siendo posteriormente transformada en una imagen de candelero. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el Rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando temas, cuando de pronto se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa.

Se estructura la contemplación de los misterios, que se dividen en jubilosos, dolorosos y gloriosos, repasando de esta manera en el período semanal los hechos centrales de la vida de Jesús y de María, como en un compendio del año litúrgico y de todo el Evangelio. Por último se fija el rezo de las letanías, cuyo origen en la Iglesia es muy antiguo. «Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias y también ingratitudes. Tú, cuando menos, jura consolarme y di que a todos y cada uno de los que, a lo largo de cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía a lo largo de 15 minutos meditando en los misterios del rosario con la intención de desagraviarme. Les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias primordiales para su salvación».

Imágenes

Ahora mismo se le apareció la Virgen con tres Ángeles y le dijo, que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio. Al fin, se reunieron en la capilla, y cada monje que entraba quedaba asombrado, pues el hermano lego estaba arrodillado frente a la imagen de la Virgen recitando extasiado sus Avemarías, y por cada una que dirigía a la Señora, una rosa aparecía en los floreros. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno reposo del alma de las mártires.

Días más tarde llegaron los mensajeros con la novedad oficial del triunfo católico. Posteriormente, instauró la celebración de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre. A fines del siglo XII, Santurrón Domingo de Guzmán, preocupado por la conversión de las ánimas, decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches, realizando penitencia y flagelándose hasta perder el sentido.