Toda alabanza a María Muy santa es un homenaje tributado a Dios del que Ella es su criatura mucho más especial; la obra maestra de su creación. El Papa Pío IX, antiguo alumno de las Escuelas Pías de Volterra, en la Bula Ineffabilis Deus, en 1854, declaró dogma de fe la Inmaculada Concepción de María. En esta misma bula, el Papa recordó, en ocasión tan solemne, que desde su niñez había profesado particular devoción a María en su Inmaculada Concepción. Almacena mi nombre, e-mail y web en este navegador para la próxima vez que comente.
La Concepción Inmaculada pertence a las maravillas de nuestra fe. María, la madre de Jesús, es ejemplo de todos nosotros de cómo vivir en santidad. Ella nos enseña a amar a Dios y a nuestro prójimo, y nos recuerda que somos capaces de vivir una vida sin pecado. A continuación se afirmará la Oración final para todos los días y la Letanía de la Virgen. Ahora se afirmará la Oración final para cada día y la Letanía de la Virgen.
Oracion En Defensa De La Inmaculada Concepción De La Virgen Maria Nuestra Señora
El dogma de la Concepción Inmaculada fue proclamado por el Papa Pío IX en 1854. La base de este dogma se encuentra en la fe católica en la redención de Jesús. Dado que Jesús fue concebido sin pecado, y que su sacrificio fue suficiente para redimir a toda la raza humana del pecado original, entonces María, como madre de Jesús, asimismo debió estar libre de ese pecado.
Esto significa que María nunca cometió un pecado en su historia, y fue concebida sin el pecado original. Ante vuestra divina presencia reconozco que he pecado frecuentemente y por el hecho de que os amo sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina felicidad, propongo no regresar a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga.
¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Consideremos de qué forma María Santísima no fue un instrumento puramente pasivo en las manos de Dios, sino cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Por ello la Iglesia llama a la Madre de Dios «totalmente santa y también Inmune de toda mancha de pecado, como plasmada y llevada a cabo una nueva criatura por el Espíritu Santurrón».
Qué Milagros Hace La Inmaculada Concepción
¡Oh Muy santo Hijo de Marla Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María del pecado original en su Inmaculada Concepción y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de librarnos de él a través de tu beato bautismo, de esta forma Te rogamos humildemente nos concedas la felicidad de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en Ti, Padrenuestro Muy santo. La Inmaculada Concepción es la creencia de que María fue preservada por Dios del pecado original desde el instante de su concepción. La Inmaculada Concepción es un dogma de la Iglesia Católica, lo que quiere decir que es una verdad religiosa que debe ser creída por los católicos.
La Inmaculada Concepción es un título de María, la madre de Jesús, que señala que ella fue conservada por Dios de toda mancha de pecado original. La Inmaculada Concepción es un dogma de fe de la Iglesia Católica, y los católicos la veneran como entre las 4 virtudes marianas. La Inmaculada Concepción es una oración a María para soliciar un favor. A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y implorantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser reales hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Dios te salve, María, llena de gracia y bendita mucho más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y especial, escogida para Madre de Dios y preservada por este motivo de toda culpa desde el primer momento de tu Concepción; así como por Eva nos vino la desaparición, de esta forma nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido escogida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo formó con su sangre. Procuremos amar con franca piedad filial a la Muy pura Virgen María, la toda bella. Coloquemos en un lugar de honor de nuestro hogar su Sagrada Imagen y manifestemos con nuestra caridad que somos sus hijos. La Inmaculada Concepción es una verdad de fe dogmática que proclama que María, madre de Jesús, fue preservada por Dios de toda mácula de pecado original desde el primer momento de su existencia. La Inmaculada Concepción es, por tanto, un don particular de felicidad concedido por Dios a María. ¡Oh muy santo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro!
El que me escucha, nunca deberá abochornarse; esos que se guían por mí, no pecarán. Tal como diste a María la felicidad de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, de esta forma te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes deseamos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado. Tal como diste a María, entre el resto virtudes, una pureza y castidad eximia, por la que es llamada Virgen de las Vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que no se puede preservar sin tu felicidad, pero que tantos han preservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección. Porque nos ha elegido en Cristo antes de la creación de todo el mundo para ser santurrones e inmaculados en su presencia por el amor; destinándonos ahora entonces a ser adoptados por hijos suyos a través de Jesucristo, conforme a su estimar y a su designio, a ser un himno a su gloriosa generosidad.
La Inmaculada Concepción no es exactamente la misma que la Virginidad de María, que es la creencia de que María no tuvo relaciones sexuales antes o después del nacimiento de Jesús. La Inmaculada Concepción es también conocida como la Asunción de María, que es la creencia de que María fue elevada a los cielos sin pasar por la desaparición. Tal como libraste a María del pecado y le diste dominio perfecto sobre sus pasiones, de esta forma Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y demoliendo nuestras malas inclinaciones, a fin de que Te tengamos la posibilidad servir con verdadera libertad de espíritu y sin imperfección ninguna. Ante tu divina presencia reconozco que he pecado frecuentemente y por el hecho de que te amo sobre todas y cada una de las cosas, me pesa haberte insultado. Ayudado de tu divina felicidad, sugiero no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. El dogma de la Concepción Inmaculada también se apoya en la tradición de la Iglesia.
Procuremos cumplir en nuestra vida diaria las promesas bautismales. Así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su historia, y a nosotros nos solicitas que purifiquemos cada vez más y más nuestras ánimas, para ser dignos de Ti, de esta forma Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y de procurar y obtener cada días un poco más pureza y delicadeza de conciencia. ¡Oh Santísimo Hijo de María Imnaculada y benignísimo Redentor nuestro!
Oración A La Inmaculada Concepción
De rodillas, llevada a cabo la señal de la cruz, se dirá el acto de contrición y la oración preparatoria como el día primero. ¡Oh Muy santo Hijo de María Inmaculada y benignisimo Redentor nuestro! Por otro lado, las maravillas que Dios hizo en María Santísima desde su Inmaculada Concepción y su entrega total y cariñosa a la obra de su Hijo en favor del género humano, justifican las oraciones y el honor que todas las generaciones cristianas le han rendido. La Virgen de la Inmaculada Concepción es una de las figuras mucho más veneradas por los católicos. Se le pide a ella que interceda frente Dios en nuestras necesidades, y que nos ayude a llevar una vida santa y pura. Asimismo se le solicita que resguarde a los niños y a los jóvenes de las tentaciones y riesgos de este planeta.
Así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas y cada una de las cosas, de esta manera Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a Ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes deseamos perder todas y cada una de las cosas que ofenderte con un solo pecado. Así como desde el primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, de este modo Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos dones y virtudes, a fin de que tengamos la posibilidad vencer todas las tentaciones y hagamos varios actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos. De rodillas~ llevada a cabo la señal de la cruz, se dirá el acto de contrición y la oración preparatoria como el día primero.