Sexta Estación Del Vía Crucis

El Vía Crucis es memoria, pero también contemplación del rostro doliente del Señor. Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo bastante que Jesús padeció por socorrer del pecado. Para promover más mi fe de católico debo opinar en la Resurrección y practicar la vida que Jesús nos puso como ejemplo en sus obras y palabras. ¿De qué forma puedo lamentarme de tus ordenes que son para mí la salvación? Jesús, yo te veo inclinado hasta la tierra sufriendo por mí.

Se hizo hombre para cargar con nuestros errores y ofrecernos la vida eterna. Formamos parte en la muerte y resurrección de Jesucristo, apartándonos del pecado y viviendo en felicidad para lograr un día resucitar con Él. Pienso en mi bautismo, que es una muerte al pecado.

La Sexta Estación

Fuí sepultado con Cristo, para resucitar a una nueva vida con Él. Antes del mediodía, los soldados empiezan a clavar en la cruz a Jesús, traspasándole las manos y los pies. La gente, hasta entonces, está ansiosa por verlo morir.

Entregando su cuerpo Santurrón tolerando toda esa Pasión y Crucificción por ti, por nosotros y el planeta entero, y no debemos olvidar todo su Amor y Clemencia lo logró por Amor a nosotros. Y cumplio su palabra de Resucitar para la vida Eterna que noa proporciona. Cerca del sitio donde crucificaron a Jesús hay un huerto con un sepulcro nuevo. La Virgen María y los Discípulos esperan que por último resucite, para vencer a la desaparición y al pecado, como Él había dicho. Jesús, una espada de mal atravesó el corazón de tu Muy santa Madre cuando fuiste puesto sin vida en sus brazos. La Cruz para el cristiano significa salvación, amor de Dios, victoria sobre el pecado y sobre la desaparición.

El Sagrario es El Vientre se Maria de quién la Santa Iglesia de JHS es figura. Ciertos de ellos, estarán dirigidos según vayan dirigidos a distintas colectivos de personas (niños, jóvenes, mayores) y con meditaciones de distintas autores y de los santos. Existen muchos libros que nos tienen la posibilidad de contribuir a rezar, meditar, contemplar las estaciones del Vía Crucis.

El día de hoy, en el planeta de internet, estamos tan condicionados por todo lo que circula en internet que a veces dudo hasta de mis palabras. Pero tus palabras son diferentes, son fuertes en tu debilidad. Tú nos perdonaste, no tuviste rencor, nos enseñaste a poner la otra mejilla y fuiste mucho más allí, hasta el sacrificio total de tu vida.

Miguel Sanz, Creu Marinera De Eos Te Acerca El Vía Crucis:sexta Estación

Andas atrapado en nuestros mismos nudos, en nuestra misma tristeza andas encerrado. Has caminado como nosotros sobre la tierra, y en este momento, bajo tierra, como nosotros, encuentras espacio. Oremos por todos y cada uno de los que están luchando contra la patología y piensan que su esfuerzo no está valiendo para nada. Jesús, eres bajado de la cruz como un desposeo, te suplicamos a fin de que no pierdan la certeza de que su trabajo y sacrificio son un enorme bien para todos. Jesús, tu sabes lo que es ver el mal de cerca, te suplicamos protejas sus corazones para que la tristeza jamás sea más fuerte que la promesa. Oremos por todo el plantel sanitario que contemplan el tanto sufrimiento en los centros de salud.

El instante en la Vía Dolorosa en el que «la Verónica enjuga el rostro de Jesús» se incorporaba de esta forma a la madrugada del Viernes Santo, acompañando aquellos años al Nazareno y a su madre la Virgen al lado de San Juan. El Viernes Beato es el día más importante de celebración de la Semana Santa en España. A lo largo de este tiempo que comenzamos el miércoles de ceniza, se irán publicando las estaciones del viacrucis en formato vídeo con la grabación de los textos y las medites. Distintas voces nos ayudarán a pensar y a prepararnos en este sendero hacia la Pascua.

Gente

En la Cruz de Cristo se cumplieron las promesas de Dios, que nos daría un Redentor, para la salvación de nuestras almas. Jesús, andas solo en el sepulcro, te suplicamos que en medio de su dolor tengan la esperanza de que ya están contigo en la vida eterna. Quisieron castigarte a ti, inocente, clavándote en el madero de la cruz. ¿Qué hubiese hecho yo en su lugar, habría tenido el coraje de reconocer tu verdad, mi verdad?

Él le dio como premio la imagen de su rostro estampada en aquella lona. Jesús es nuestro hermano porque Él es el Hijo de Dios y nosotros por el Bautismo también somos hijos de Dios. Cristo derramó su sangre por todos, a fin de que juntos formemos una sola familia. Debemos amar a nuestros semejantes, pues son nuestros hermanos. Con nuestras patrañas, desobediencias, malas expresiones, pleitos y otros errores con los que ofendemos a Dios, hacemos mucho más pesada su Cruz. Desde el pecado original el hombre había perdido la amistad de Dios y Cristo vino a devolvérnosla.

En esa plaza atestada, habría sido bastante que un corazón solo hubiese dudado, con que solo una voz se hubiera alzado contra las mil voces del mal. Recordemos esa plaza y ese error toda vez que la vida nos pone frente a una decisión. Dejemos que nuestros corazones duden y hagamos que nuestra voz se alce. Debe quedarles clarísimo a los pequeños que Cristo está vivo y venció a la muerte, vence a Satanás y nos excusa nuestros errores y nos lleva a la Felicidad Eterna.

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Te veo, Jesús, que aprietas los dientes y, completamente abandonado al amor del Padre, te levantas y retomas tu camino. Con estos primeros pasos hacia la cruz, tan vacilantes, me recuerdas, Jesús, a un niño que da sus primeros pasos en la vida y pierde la estabilidad, y cae y llora, pero luego continúa. Se confía en las manos de sus padres y no se detiene; él tiene miedo pero continúa, por el hecho de que el temor deja paso a la confianza. Jesús, Tú enseñaste a estas mujeres a llorar más bien por los errores que por el dolor físico. Aumenta la fe en mi salvación, deseo contribuir a todos con alegría.

Él aguantó nuestros sufrimientos y soportó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado . Jesús, ellos andan a tu lado con su cruz, te suplicamos que hagas que su carga no sea tan pesada. Jesús, están condenados a tu lado, te rogamos que les mantengas la esperanza de una total recuperación.

Has caído ya dos veces y dos veces te has levantado. No hay ahora límites para el cansancio y el dolor, pareces finalmente derrotado con esta tercera y última caída. ¡Cuántas veces en la vida de cada día nos toca caer!