Y si bien gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer frente vuestra presencia soberana. Oramos por las intenciones del Santo Padre, donde rezamos un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria. Se comunica el secreto correspondiente seguido de una corto meditación, ya que en cada uno de ellos recorremos los principales hechos de la vida de Jesús acompañado de María. Estas cuentas son brindadas tradicionalmente para incrementar la tres virtudes, fe, promesa y caridad en quien lo reza.
Tras estas oraciones, comenzamos a rezar los misterios del rosario, teniendo en cuenta el día de la semana. «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas y cada una de las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Por El Hecho De Que Solo Tú Eres Santurrón,
Los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo cuanto habían oído y visto, de conformidad con lo que se les había dicho. Todos y cada uno de los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores.
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas y cada una de las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,ten misericordia de nosotros. Y proseguimos con el próximo secreto hasta recorrer los cinco secretos del rosario. «Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; excusa nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. No existe una sola forma de rezarlo, pueden varias ciertas frases pero esencialmente los secretos y letanías son las mismas.
Y Bendito Es El Fruto De Tu Vientre, Jesús
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, ya que, Señora, letrada nuestra, regresa a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y tras este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!. Suplica por nosotros Santa Madre de Dios, a fin de que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,perdónanos, Señor. Terminados los misterios, rezamos laoración de la Salve, signo de reconocimiento y alabanza a Nuestra Madre.
“Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros contrincantes líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Beato. Amén.” Muéstranos a Jesús, sendero, verdad y vida de la Iglesia de Málaga que te invoca como Patrona. Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño, puro y cristalino como el tuyo. PARA PEDIR LA BENDICION A LA SANTISIMA VIRGEN CUANDO UNO SALE. Contigo voy Virgen Pura, y en Tu poder voy confiado, Ya que yendo de Ti amparado mi alma volvera segura. Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, Ven conmigo a todas y cada una partes, y nunca solo me dejes.
Si bien nos parezca bien conocido cómo rezar el rosario, aún nos encontramos a bastante gente que no conocen de su relevancia y de cómo rezarlo. Es por este motivo, que ahora proponemos una guía para llevarlo a cabo. En Belén, María, José, los pastores acompañaban al Niño Dios. También, cada uno de nosotros podemos ahora acercar nuestra mirada pero más que nada nuestro corazón al niño Dios. María, nuestra madre y educadora nos coge de la mano, nos acompaña.
Animado por esta seguridad, a Vos acudo, oh Madre Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis errores me atrevo a comparecer frente Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa coalición según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre y en todo momento.
«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, tiernicidad y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, ya que, Señora, abogada nuestra, regresa a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y tras este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre y en todo momento Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, a fin de que seamos dignos de lograr las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y promesa nuestra, Dios te salve.