Las muchas gracias que recibió en su corta vida, las visiones, los milagros, las revelaciones de las que era portadora, la transformaron en la primordial propagadora de la devoción al Jesús Misericordioso. Exactamente el mismo Jesús, en entre las oportunidades en que se le apareció, la habría llamado “Asesora de la Divina Clemencia”, y como Apóstol de la Divina Misericordia es venerada en todas y cada una partes. Es una oración devocional que garantiza a quienes la rezan, en especial en el momento de la muerte, la felicidad de la conversión y el perdón de todos y cada uno de los pecados. Asimismo es una oración que invoca la Misericordia de Dios sobre toda la humanidad, ofertando la Pasión y el Amor de Jesús, Su sufrimiento, como un sacrificio para arrimar a Dios a los hombres. Para abril del año 2000 el Papa Juan Pablo II fomenta la devoción hacia este rosario y a la Divina Misericordia, de hecho, instituye la celebración de la “Fiesta de la Divina Clemencia” el primer domingo después de la Pascua.
“Deseo que la imagen sea bendecida ceremoniosamente el primer domingo tras Pascua y que se le venere públicamente para que cada alma pueda saber de ella.” “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica las almas. EL rayo rojo representa la Sangre que es la vida de las almas?”. “Ambos rayos afloraron de las entrañas mucho más profundas de Mi clemencia en el momento en que Mi Corazón agonizado fue abierto en la cruz por la lanza.” “Para castigar, tengo Yo la eternidad; en este momento Yo prolongo a los hombres el tiempo de Mi Clemencia; pero ¡ay! de ellos sí no conocen esta gracia… Tú, Mediatriz de Mi Clemencia, tienes la obligación, no únicamente de escribirla y predicarla, sino que tienes que asimismo implorar esta gracia para los hombres, para que glorifiquen Mi Misericordia”.
Celebración De La Misa
Al ver esta señal de la furia divina, que, por justos motivos, iba a castigar a la tierra y especialmente a cierto sitio, que no puedo denominar, empecé a rogar al ángel que se contuviese por cierto tiempo, a fin de que el planeta hiciera penitencia. Por la señal de la santa Cruz, de nuestros contrincantes líbranos, Señor, Dios nuestro. Nacida y criada en una familia muy religiosa, pero pobre, Sor Faustina mostró una vocación temprana y genuina, pero debió aguardar un buen tiempo antes de poder abrazar la vida religiosa. Enclenque de salud, murió a los treinta y tres años, pero dejó un testimonio de fe y fervor religioso de enorme intensidad y humanidad, una unión completa con Dios y su intención. A consecuencia de los embates de la Segunda Guerra Mundial, muchos polacos debieron desplazarse a través de toda Europa y el mundo. Ellos eran devotos a esta tradición y fueron comentándola por el planeta, sin embargo, la práctica del rosario de la divina misericordia, fue otorgada muchos años antes de este hecho bélico.
Los fariseos, a los que Cristo les charlaba en la primera cita del evangelio mencionada previamente, eran muy devotos a las frases, reglas y rituales de su religión, pero al pasar de los años, estas prácticas externas eran tan importantes por ellas mismas que su verdadero concepto se había perdido. Los fariseos efectuaban todos y cada uno de los sacrificios requeridos, afirmaban las frases adecuadas, ayunaban con frecuencia y charlaban todo el tiempo sobre Dios, pero nada de esto había tocado sus corazones. Como resultado no tenían ninguna relación con Dios, ellos no estaban viviendo de la manera que Él deseaba y no estaban listos para la venida de Cristo. “Bienaventurados los misericordiosos pues ellos alcanzarán clemencia” . Es irónico y hasta espantoso dado que la mayor parte de la gente religiosas de los tiempos de Cristo (personas que eran practicantes de su religión y que ansiosamente esperaban la venida del Mesías) no fueron capaces de reconocerlo en el momento en que Él vino. Dios desea que nos acerquemos a Él a través de la oración incesante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Clemencia sobre nosotros y sobre el planeta entero.
Significado Del Rosario
“En el momento en que un alma se aproxima a Mí con seguridad, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí, sino las irradia sobre otras ánimas.” “Incita a la gente a recitar la Coronilla que te he dado… Quien la recite, va a recibir gran misericordia a su hora de la desaparición. Los curas la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador más empedernido recite esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Clemencia. Deseo conceder gracias inpensables a aquellos que confían en Mi Clemencia”. Nosotros como fieles asimismo debemos ser misericordiosos, este sentimiento tan puro, es algo que debe ser cultivado y fortalecido a través de los años. Una de las maneras mucho más sencillas de probar frente a los ojos de Dios que somos misericordiosos es siendo empáticos con nuestro prójimo, respetuosos.
Además de esto, tenemos la posibilidad de participar activamente en los actos donde la clemencia sea aplicada, también, se debe de rezar el Rosario de la Divina Misericordia o Coronilla de la Divina Clemencia. La oración del rosario de la Divina Misericordia es muy sencilla de efectuar, vamos a mostrarle de qué manera rezar el Rosario de la Divina Misericordia paso a paso. Sin embargo, hay quienes lo rezan a las 3am o a las 3pm, pues es la hora de la divina misericordia y todo lo que se solicite a Dios en ese momento, va a ser concedido. “Tú debes charlar al mundo de su enorme clemencia y elaborar al planeta para su segunda venida. Él va a venir, no como una Salvador Misericordioso, sino como un Juez Justo. Oh que horrible es ese día. Establecido está ya es el día de la justicia, el día de la furia divina. Los ángeles tremen ante este día. Habla a las almas de esa enorme misericordia, mientras que sea aún el tiempo para otorgar la misericordia.” “A las almas que propaguen Mi Misericordia, Yo las protegeré por toda su historia como una madre a su hijo, y en la hora de la muerte, para ellos no voy a ser Juez, sino Redentor. En esta última hora, el alma no posee otra protección que Mi Misericordia. ¡Feliz aquella alma que durante su vida estuvo hundida en Mi Misericordia, ya que la justicia no le alcanzará”.
1 rguía Oraciones para la Hora de la Divina Misericordia Por la señal de la Santa Cruz, De nuestros contrincantes, Líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, Del Hijo, Y del Espíritu Beato, Amén. Por maría a Jesús MAYO 2018 Anexo 1/Tema 05 Si bien el origen del rosario se remonta prácticamente hasta el año 800, con el pasar de los años fué cambiando hasta llegar a la forma en de qué forma la rezamos en la actualidad.
Esta imagen fue construída por vez primera por un artista lituano, siguiendo las normas del padre espiritual de Sor Faustina y bajo riguroso control de esta última. Representa a Jesús vestido con una túnica blanca, su mano derecha levantada y dos rayos saliendo de su corazón, uno blanco que representa el agua y un colorado que representa la sangre. Siempre y en todo momento siguiendo el consejo de Sor Faustina, la imagen muestra la inscripción “Jezu, ufam tobie”, Jesús, confío en ti. La oración de la Divina Clemencia frecuenta recitarse a las tres de la tarde, en esa hora Jesús nos entrega la paz espiritual, el perdón de los errores, la sanación física y mental, por lo que debemos rezar esta hermosa oración con mucha convicción, devoción y fe.
Sor Faustina murió de tuberculosis el 5 de octubre de 1938 en Cracovia. Sus restos fatales yacen en la capilla del convento bajo la prodigiosa imagen de la Divina Clemencia; fue beatificada el 18 de abril de 1993 y canonizada el 30 de abril del 2000 por S. “Los rayos del cuadro representan la Sangre y el agua que afloraron del fondo de Mi Clemencia, cuando Mi Corazón, agonizante, fue abierto por la lanza en la Cruz. El rayo pálido significa el Agua, que purifica y hace a las almas justas. El rayo colorado significa la Sangre, que es la vida de las almas.”
Dejen Que Los Pequeños Vengan A Mí, Y No Se Lo Impidan, Pues El Reino De Los Cielos Es De Quienes Son Como Ellos (mateo 19,
En su encíclica sobre el Padre, el Santo Padre nos urge a “implorar la Misericordia de Dios para la humanidad en estos momentos de la historia, para suplicar por ella en estos tiempos difíciles y críticos de la historia de la Iglesia y del mundo mientras nos aproximamos en el final del segundo milenio.” (Encíclica “Dives in misericorida”, 30 de septiembre de 1980, núm. 15). “Charla al planeta de mi Misericordia. Es señal de los últimos tiempos tras ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, ya que, a la Fuente de Mi Clemencia.” Se enriquecen con indulgencias actos de culto realizados en honor de la Clemencia divina. “Demando de ti obras de Clemencia que tienen que surgir del amor hacia Mí. Tienes que enseñar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.” .
Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, por el hecho de que el reino de los cielos es de quienes son como ellos.