Rosario De Las Santas Llagas Pdf

Y se apartó de ellos, bajando de aquel santurrón monte. La mujer se quitó enseguida el cabestro, repentinamente librada del riesgo, y parió felizmente con alegría y salud. Gloria y alabanza te sean dadas, oh misericordioso Jesús, por la sacratísima llaga de tu pie izquierdo.

Este rosario, aparte de rezarse en los Monasterios de la Visitación de todo el mundo, lo rezaba la famosa religiosa española Beata Eusebia Palomino. En vez de las diez Avemarías, se reitera 10 ocasiones la jaculatoria Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas. En lugar del Padrenuestro, se reza la jaculatoria Padre Eterno, yo les ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las de nuestras ánimas. ; a lo largo de los presentes peligros cubridnos con vuestra preciosa sangre. I. Oh Jesús, Redentor Divino, sed misericordioso con nosotros y con el mundo entero. “No va a haber muerte para el alma que expire en mis Llagas. Ellas dan la verdadera vida.”

Celebración De La Eucaristía Domingo 28 Del Tiempo Ordinario Haz Memoria De Jesucristo, Resucitado De Entre Los Muertos

La Asunción de Nuestra Señora en cuerpo y alma al cielo. Te glorifico Jesús mío, pues no dejaste a tus apóstoles en la obscuridad. Los regocijaste al hacerlos presentes de tu Resurrección y permaneciste con ellos a lo largo de cuarenta días. Más tarde, a la visión de todos, ascendiste a los cielos para sentarte a la derecha del Padre, ocupando el lugar que te correspondía como vencedor de la desaparición y del pecado. Antes de regresar al Padre, exhortaste a tus apóstoles a rezar y a esperar tu auxilio.

Por esta herida adorable, concédeme la felicidad de un terminado perdón, a fin de que a través de tu auxilio, merezca evitar la sentencia de eterna reprobación. Ruegote ademas, oh piadosísimo Redentor mío, que por tu muy santa muerte, puedo yo antes de morir nutrirme con el sacramento de tu Cuerpo y Sangre, después de confesar mis culpas con especial arrepentimiento y pureza de cuerpo y alma. Concédeme también la felicidad de lograr la santa Unción, para mi salud eterna, oh Señor que vives y reinas por los siglos de los siglos. Te doy gracias, oh Señor Jesucristo, pues durante estos secretos gloriosos del Rosario, me has permitido sentir el poder de tu victoria sobre el pecado y la desaparición.

Oh Jesús, por Tu pasión dolorosa, haz medrar en nosotros la vida, ya que con Tu muerte has ganado el perdón y la paz para todos. No dejes que sean vacías mis palabras. Deja que cada una de ellas que pronuncie sea un paso que me acerque mucho más a Ti.

Por el mal que en ella sufriste y la sangre que derramaste, te suplico que bendigas y me conduzcas a la vida eterna. 5 -Llagas de la cabeza Señor mío crucificado, adoro las llagas de tu santa cabeza. Por el mal que en ellas sufriste y la sangre que derramaste, te ruego me concedas perseverancia en servirte a ti y a los demás. Nota Se utiliza el rosario ordinario, acompañando la oración vocal con la meditación. Lo ideal es rezarlo frente algún crucifijo que inspire mucho más devoción a fin de que lo contemples y beses la llaga pertinente.

Origen Del Rosario De Las Santas Llagas

Esta aspiración va a deber repetirse con frecuencia cerca de los enfermos; Jesús mío, perdón y clemencia por los méritos de tus Santas Llagas. Esta oración calmará el alma y el cuerpo. “Estimados hijos, el Altísimo me permite estar con nosotros, y ser vuestra alegría y sendero en la esperanza, porque la raza humana se ha decidido por la muerte. De ahí que Él me ha enviado a enseñaros que sin Dios no tenéis futuro.

Por eso la Iglesia ruega singularmente por los moribundos. Por maría a Jesús MAYO 2018 Anexo 1/Tema 05 Si bien el origen del rosario se remonta prácticamente hasta el año 800, con el pasar de los años ha ido mudando hasta llegar a la manera en cómo la rezamos hoy en día. HIMNO A SAN CONRADO. Adelante va a ser nuestro grito.

Coronilla A La Divina Misericordia

He ahí que Jesucristo glorioso, a la derecha del Padre rige el cosmos. Y pese a ello, los ángeles la adoran estremeciéndose solo por mirarla. Tú diste a luz a Aquel, a quien los profetas habían comunicado y a quien los justos habían esperado. Es intención de Dios, que llevemos a Jesús a la vida de otras personas, cuando Él ha entrado en la nuestra. Que lo llevemos a el resto, en el momento en que estén alegres o tristes; en la mitad de sus oscuridades y amarguras.

La experiencia enseñó a sus compañeros con cuánta continuidad sucedía esto. Jesús, en el Huerto de Getsemaní, experimentaste mal y angustia. Rogaste a tu Padre que apartara de Ti el amargo cáliz, pero añadiste inmediatamente, «Padre, hágase Tu voluntad y no la mía». Tú que habías aliviado el padecimiento de tantos, te encontrabas en este momento solo en medio de tu padecimiento. Absolutamente nadie estaba contigo para ayudarte. Lo hubiera podido llevar a cabo el Padre, pero Tú admitiste tomar ese cáliz hasta la última gota.

Oraban unidos a María, en el momento en que el fuego de tu Amor los abrazó, transformado sus corazones y sus vidas. Gracias Señor, por haber cambiado su temor en valor y su ansiedad en una gran paz; su falta de comprensión en testimonio poderoso que alcanzó los confines de la tierra. El día de hoy festejamos con gozo la Asunción de Jesús a los cielos.

Fray Juan lo tocó con enorme reverencia y bastante miedo, y repentinamente salió de él un olor muy, muy fuerte con un soplo de humo tenue como de incienso, que le llenó el alma y el cuerpo de suavidad mientras nivel, que continuó en arrobo en Dios y también indiferente desde aquella hora, que era la de tercia, hasta la hora de vísperas. Esta visión y charla familiar con San Francisco nunca la manifestó fray Juan sino solamente a su confesor; pero en la hora de su muerte la reveló a el resto monjes. Gloria y loas te sean dadas, oh benignisimo Jesús, por la sacratísima llaga de tu costado.