Beato Domingo nace en 1170 y muere el año 1221. Naturalmente hablamos de la primera parte del Ave María, en tanto que el “Santa María” y las partes siguientes no se generalizaron en el rosario hasta principios del siglo XVII. Y hasta parece seguramente el nombre de “Jesús”, añadido a la primera parte del rezo avemariano, no se generalizó hasta mediados del siglo XIII. El santo Jordán de Sajonia, sucesor inmediato de beato Domingo de Guzmán en el gobierno de la Orden, tras unas prescripciones rituales, manda que, al final de todos los salmos prescritos, se rece el Ave María “con genuflexión”.
El rezo arrodillado del Ave María era una práctica en la Orden dominicana legislada por el propio principal creador. El beato Raimundo de Capua, sucesor de beato Domingo, escribe que creó una milicia de seglares – “Milicia de Jesucristo”- enlazada a la Orden. A sus integrantes les mandó “rezar todos los días un cierto número de Padrenuestros y de Avemarías que rezarían en lugar de las horas canónicas”. Gregorio IX, en la bula que aprueba esta Milicia, establece que por cada hora canónica digan siete padrenuestros y por cada hora del oficio de la Virgen siete Avemarías. Esos cuarenta y nueve Padrenuestros y cuarenta y nueve Avemarías se afirmaría que son la confirmación pontificia a lo predeterminado por beato Domingo. Comienza a manifestarse el primer elemento del Rosario.
El Rosario
Incluye frases, sacramentos y otras enseñanzas. NIÑO FIDENCIO, el niño médico a fin de que sane el cuerpo de toda patología. PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD. Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los misterios del reino a la multitud sencilla. HIMNO A SAN CONRADO Adelante será nuestro grito. San Conrado, el portero bendito, que derrama torrentes de luz. Tú la cuna de nuestros amores, tú la cumbre de nuestra excelencia.
Este género del frecuentísimo uso del Ave María con genuflexiones vino a ser, en el siglo XIII, ordinario en la Orden. De esta forma, entre las aclaraciones efectuadas en 1270 en Ruan, sobre los milagros de beato Domingo, se lee de una muchacha monja de aquella población, llamada Perrette, sobrina del P. Beaulieu, confesor del rey san Luis, que mientras que rezó cien Avemarías, arrodillándose, se curó de una enfermedad.
Haz, madre Santísima, que tu Hijo Santísimo me conceda la gracia de que siempre y en todo momento alabe a Jesús, María y José, en esta vida y después en compañía de los querubes eternamente los adore. Es una cosa de ver la utilización continuo que hacen ellas de su rosario, llevando todas y cada una de las señoras uno sujeto a la cintura, tan largo que no le falta mucho a fin de que arrastre por el suelo. Lo van rezando sin cesar por las calles, en el momento en que están jugando a las cartas y cuando están hablando; incluso en el momento en que enamoran, cuentan patrañas o murmuraciones, pues se pasan la vida marmoteando sobre su rosario, y en el momento en que hay muchas reunidas eso no impide que lo sigan diciendo. Os dejo imaginar lo devotamente que lo van a hacer, pero la costumbre es muy vigorosa en este país . Para que al igual que los pastores seamos presentes del nacimiento de Cristo.
La Propuesta De La Fe Que Hoy Nos Hace La Iglesia:
Como ya apuntamos más arriba, el Siglo de Oro nos aporta una piececita en verso que, bajo el título de Litigio del Demonio con el sacerdote de Madridejos, escribieron Mira de Améscua, Rojas Zorrilla y Vélez de Guevara. En ella se relata la narración de Catalina la Rosela, la que fue mencionada sólo en el nombre del Padre y del Hijo. El olvido de la Paloma Divina acarreó a la joven la persecución implacable del Maligno, y en esas luchas fue el rosario su áncaro de salvación. Como resulta lógico, tan escabroso argumento para la ortodoxia dominante en aquel tiempo puso en alerta a la Inquisición, que prohibió su publicación y escenificación, hasta el momento en que en 1652 apareció arropada con otras proyectos en el libro Flor de las mejores doce comedias. Ni qué decir debe nuestro interés estaba ahora prendido en los hilos de aquella historia. Se lo voy a contar, pero eso pasó legalmente aquí cuando yo era una pequeña.
Los recortes son una manera práctica de recopilar diapositivas esenciales para regresar a ellas más tarde. En este momento puedes ajustar el nombre de un tablero de recortes para guardar tus recortes. Con una bella armonía cantó para mí este rosario de la aurora Mercedes Lázaro Curiel, de unos 60 años de edad, el día 6 de agosto de 1982. Los rosarios se guardaban en pequeñas bolsas fabricadas de mil formas que se llaman rosarieras y cuyo último eco encontramos en las que las repolludas pequeñas vestidas de organdí llevaban el día de su primera comunión atentos de la cintura o colgando de la muñeca, albo remedo de los absurdos de otrora. La celebración de Nuestra Señora del Rosario, la Virgen de Octubre, fue instituida por San Pío V bajo la advocación de Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto . Gregorio XIII la trasladó al primer domingo de octubre .
Una Historia De Historia Legendaria Y Sus Notas Cerca Del Rosario
Ahora mismo ya no hay separación porque se juntan el signo y la realidad. La verdad, por el contrario, hace aparición modesta, ordinaria, prácticamente me atrevería a decir, desilusoria. Una escena muy habitual y personas sin relevancia.
Mayo, mes de las flores, mes dedicado de una forma especial a honrar a nuestra Madre la Virgen María y a nuestra madre de la tierra. HIMNO A SAN CONRADO. Adelante será nuestro grito. “Son incontables los títulos e invocaciones que la piedad cristiana, durante los siglos, ha guardado a la Virgen María, sendero favorecido y seguro para el acercamiento con Cristo”, escribió el Cardenal Robert Sarah y el Arzobispo Arhur Roche. Es ya una costumbre, por lo menos en México, que en las posadas se reza la Letanía Lauretana en latín cantada, por eso te comparto aquí un vídeo con el ritmo de las letanías lauretanas cantadas, mucho más adelante podrás ver la Letanía en Latín. † El día 24 por el momento no hay posada, pues es a media noche en el momento en que se frecuenta realizar la misa de Navidad.
De otra dominica llamada Estefanía Ferrete, del convento de Unterlinden, a lo largo de cincuenta años recitó diariamente ciento cincuenta Avemarías, arrodillándose otras en tantas ocasiones o poniéndose “en venia” o postración. Santa Margarita de Hungría, hija del rey Bela, recibida en la Orden por el santo Humberto, y la santa Benvenuta Boyani, también dominica del siglo XIII, rezaban todos los días mil ocasiones el Ave María, acompañándola la primera de rodillas y la segunda de postraciones o “venias”. El propio san Luis, rey de Francia, recitaba cada día cincuenta Avemarías, arrodillándose a cada una. Difícilmente se puede encontrar una síntesis mucho más armónica de oración mental y vocal que el rosario; en él se ora con los labios, se medita con la mente y se quiere con el corazón. La historia de la salvación está a la perfección presentada en sus momentos culminantes en los secretos del rosario.
Pero no sólo con Santurrón Domingo brota y se extiende el rezo del Ave María, sino que va a florecer con apariencia de “quincuagenas”, que es el número del Rosario, ahora en su primera temporada. Las genuflexiones que se hacían, y a las que acompañaba por norma establecida el rezo avemariano, era normalmente el de 50 o múltiplos de este número. Como antes se ha visto, los monjes “imitaban” a Beato Domingo en sus rezos que era “recitar con genuflexiones” el Ave María, lo que hacían “unos, cien y otros, doscientas veces». Es inútil buscar el rezo difundido del Ave María antes del siglo XII. Sólo se encontraría en algunas ceremonias, no exentas de interpolaciones.