«El día de hoy -declara Juan Pablo II- deseo confiar a la efectividad de esta oración la causa de la paz en el mundo y la de la familia». El Rosario, que ha sido siempre una manifestación primordial de «oración por la paz», es especialmente necesario «al inicio de un milenio que se ha abierto con las horribles escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001». Y en el momento en que la familia se ve «amenazada cada vez más por fuerzas disgregadoras», «promover el Rosario en las familias cristianas es una asistencia eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual». Tome el link que está antes de llegar a la quinta cuenta, diga la oración de Gloria al Padre.
De-de la publicación de la carta Rosarium Virginis Mariae, del Papa San Juan Pablo II, publicada el 16 de octubre de 2002, el rezo del Santurrón Rosario está conformado por veinte “secretos” (o momentos significativos de la vida de Jesús y de María). «Dios te salve, María; llena eres de felicidad; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, suplica por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
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Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. El procedimiento del Rosario, añade el Papa, se corresponde también con la lógica de la encarnación, por la que Dios se ha hecho visible en la historia. A través de las escenas que detallan los secretos del Rosario, mientras que la voz se dirige a Dios, la mente y los aprecios se introducen en la contemplación.
Danos hoy nuestro pan de cada día; disculpa nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
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Mueva a la próxima cuenta, anuncie el quinto secreto y afirme la oración de Nuestro Padre. Afirme diez oraciones Ave María , pasando una bola y en el enlace después de la décima Ave María recite la oración de Gloria. Diga 10 oraciones Ave María , pasando de a una bola y en el enlace tras la décima Ave María, recite la oración de Gloria.
El enunciado del misterio, acompañado quizá de la mirada a una imagen que lo represente, ha de ser útil para «abrir un escenario en el cual concentrar la atención». Resulta conveniente además que «al enunciado del misterio siga la proclamación del pasaje bíblico pertinente». El Papa recomienda también que «tras enunciar el secreto y proclamar la Palabra, esperemos unos instantes antes de comenzar la oración vocal, para fijar la atención sobre el misterio meditado».
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La sucesión de avemarías solo resulta mecánica y hastiada si a la vez no se contemplan los secretos. Pero sin contemplación no hay verdadero Rosario. «El Rosario ofrece la meditación de los misterios de Cristo con un método característico, conveniente para favorecer su asimilación. Se habla del método basado en la repetición». Es una forma adecuada a la condición humana, que necesita expresiones y signos sensibles para manifestar la vida del espíritu.
Mueva a la próxima cuenta, anuncie el tercer misterio y diga la oración de Nuestro Padre. Diga diez oraciones Ave María, pasando una bola y en el link tras la décima Ave María, recite la oración de Gloria. Diga diez frases Ave María, pasando una bola, y en el link tras la décima Ave María, recite la oración de Gloria. Muevase a la primera cuenta en el rosario y recite la oración del Padre Nuestro de su libro de oraciones. En este momento proceda a la siguiente tres cuentas, recitando la oración Ave María para cada cuenta. Sobre los rosarios bendecidos, el Papa Pablo VI estableció que “el leal que emplea con devoción un elemento de piedad , bendecido correctamente por cualquier sacerdote, gana una indulgencia parcial”.
10.- Se enuncia el cuarto secreto y se reza un padrenuestro. 6.- Se enuncia el segundo misterio y se reza un padrenuestro. «El santo Rosario es el antídoto mucho más favorable y eficiente para conseguir la ayuda materna de la Virgen». Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu intención en la tierra como en el cielo. Al final de la carta, Juan Pablo II regresa a insistir en el rezo del Rosario por la paz y por la familia.
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Tras argumentar el sentido del Rosario, el Papa dedica una sección de la carta a recomendaciones para rezar con fruto esta oración. El rosario asimismo puede ser usado como una herramienta de meditación y reflexión. En un caso así, mientras se recita, se tendrá que asociar a la oración la reflexión sobre un Secreto ligado a la vida de Jesús o de la Virgen María. De esta manera el fiel robustecerá su vínculo con estas dos figuras sagradas. Está formada por granos ensartados mantenidos juntos por un hilo o una cuerda.
Cada grano del rosario representa una invocación y una oración cristiana. Por consiguiente, se trata de una herramienta valiosa para acompañar y decir la oración de los fieles, y también para favorecer su meditación, en un momento de comunión y cercanía a Dios. El Rosario tuvo, asimismo, bastante importancia en la situacion de las visualizaciones de Lourdes, aunque no se solicitara su rezo de forma explícita.
Por ser Tú quién eres, Amabilidad sin limites, y pues te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte insultado. Asimismo me pesa que puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina gracia propongo firmemente jamás más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. El Beato Rosario es una devoción recomendada por muchos Papas y santurrones. La misma Virgen solicitó que se rezase en Lourdes y Fátima. A principios del siglo XVI, en 1521, el Rosario fue hecho más simple por el dominico Alberto da Castello, que concretó los 15 pasajes del Evangelio relacionados con los hechos centrales de la vida de Jesús a los que se referían los diferentes misterios.