Nativo de el seno de una devota familia católica romana, se consagró a Jesús a la edad de 5 años. 1887, Pietrelcina, Italia-murió el 23 de septiembre de 1968, San Giovanni Rotondo; canonizado el 16 de junio de 2002; , sacerdote italiano y beato de la Iglesia Católica Romana. Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
Clementísimo Padre Pío, muéstrame tu amor y concédeme la curación de (di el nombre del ser querido cuya curación quieres) para la gloria de nuestro Señor que vive y reina por los siglos de los siglos. Padre Pío, haz que mi oración de curación sea digna de ser escuchada en el cielo. Amado Padre Pío, pongamos en tus manos a nuestros seres queridos que están enfermos, encomendamos tu precaución a todos y cada uno de los enfermos terminales que no tienen esperanza terrena, y humildemente te pedimos que realices una obra prodigiosa de curación por ellos. Reza la oración con mucha fe, hazlo manteniendo siempre y en todo momento la promesa de recibir la bendición y el milagro de Dios Padre. Reza la oración con mucha fe hazlo sosteniendo siempre y en todo momento la esperanza de recibir la bendición y el milagro de Dios Padre en ti. Tú que disfrutas de merecida gloria en los cielos, y andas junto a tus amados Jesús y María, velando con amor por nosotros tus hijos.
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Si eres devoto de San Padre Pío, en este momento puedes tener la medalla religiosa dedicada a este popular santurrón católico. Solicite que sea bendecido por el Papa Francisco y solicite que le graben el reverso. Padre Pío sufrió de mala salud toda su vida, una vez mencionó que su salud se había deteriorado desde el instante en que tenía solo 9 años.
Señor, sea eternamente bendita la gloriosa Santa ana, por haber tenido la esa de llevar en su seno a la Muy santa Virgen María, Madre de Dios. La acompañamos con todo nuestro aprecio y devoción en la alegría que experimentó en el nacimiento de su Hija, y la felicitamos por el desprendido sacrificio que hizo al Altísimo cuando la presentó en el Templo. Ofrecemos gracias a Dios por habernos dado a conocer y amar la figura de nuestra querida Santa Ana y nos gloriarnos de las gracias y bendiciones con que la adornó el Altísimo. Por tantas estas, te pedimos que nos alcances, Santa Ana, la felicidad de conocerte y quererte cada vez más, de comprender y amar a Dios, como tú le conociste y amaste, de detestar el pecado, el único mal verdadero, y de vivir y morir como tú, por Dios y para Dios.
Adore a Dios en todo momento que considere oportuno antes de pasar al siguiente paso. “Oh, Glorioso Patriarca San José, esposo de la Virgen María, dispénsanos tu protección paterna. Te lo suplicamos por el Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo. Esposo y guardián de la Santísima Virgen y santurrón padre adoptivo de Cristo Jesús. He ahí que yo, al Padre Eterno y en tu nombre solicito la gracia……. En este post descubrirás la oración del Santurrón Padre Pío para la curación que recitaba diariamente (mucho más algunas oraciones destacables de intercesión).
Padre Pío, a lo largo de tu vida terrena santificaste el dolor y el padecimiento y, por medio de ti, el Señor efectuó milagros y proyectos de curación. Los signos de los estigmas, las llagas de Cristo, aparecieron en el cuerpo del Padre Pío el viernes 20 de septiembre de 1918, mientras rezaba en frente de un crucifijo y daba gracias tras la Misa. Tenía 31 años y se convirtió en el primer sacerdote con estigmas en la narración de la Iglesia. Soportó con resignación y serenidad las dolorosas lesiones en sus manos, pies y costado durante cincuenta años.
Novena Al Sagrado Corazón De Jesús
Su comunidad parroquial quedó intensamente impresionada por su profunda piedad y, uno por uno, comenzaron a acudir a él, pidiéndole consejo. Su Misa parecía una experiencia que modificaba la vida en la que todos querían participar, desde todos los rincones de todo el mundo. Lo que más me llamó la atención del hermano Pío fue su amor por la oración”. Recibirás información sobre los últimos artículos, ofertas exclusivas e inspiradoras historias de fe. Que este valioso instrumento devocional y litúrgico se convierta en nuestro libro de cabecera a lo largo de todos y cada uno de los momentos de nuestra vida. Que la bendición y la protección de Dios Padre sea siempre y en todo momento contigo y con los tuyos.
Contempla hoy, amante de Santa Ana, a nuestra Abogada, que adjuntado con su esposo San Joaquín, puso a su Hija por nombre María, que significa “estrella”, “señora, mar de gracias”. ¡Qué esa y admiración sentiría Santa Ana los tres años que vivió en compañía de María! Amamantarla, cuidarla, hablarle, estrecharla en su corazón, y llevarla en los brazos, oírla charlar y recibir de ella sus primeros cariños de Hija. Ella vio crecer a su Hija en felicidad, en edad y en sabiduría delante de Dios y de los hombres y al lado de ella se sentía ante la fuente de todas las gracias. Solo en el cielo conoceremos y gustaremos las gracias que recibió nuestra Santa estos tres años, su gozo y su santidad. Dulce Padre Pío, sé que para soliciar y conseguir el milagro de una curación, mi fe ha de ser pura y sincera, por eso te abro mi alma y mi corazón.
Oh Padre dame la paz que sosiega mi alma, la gloria eterna que reconforte mi corazón y la protección majestuosa frente a todo mal, obstáculo o impedimento. Mi corazón está levantado hacia ti dando las gracias por ser tu hijo y recibir cada día tu gracia divina. Oración que te va a ayudar en esos momentos en los que pierdes la fe y la esperanza. Sea cual sea la necesidad con esta oración puedes recurrir a Dios para puedasolventar ese inconveniente que te agobia, Dios es todopoderoso y si rezas seguramente ten por seguramente él escuchará tus plegarias y serás bendecido.
Gracias a su pésima salud, estuvo separado de su red social religiosa a lo largo de más de cinco años. Estas páginas son una inestimable ayuda para conservar, profundizar y dar a conocer la devoción a Santa Ana que nos transmitieron nuestros mayores; para rezar apoyados en su intercesión; y para conformar nuestra vida a imitación de la suya. La práctica de la oración de nueve días consecutivos que ahora recoge este librito, actualizada convenientemente por nuestro querido párroco D. Oraciones y meditaciones, en forma de novena, que perpetuarán la celebración de la memoria de Santa Ana y que nos permitirán expresar los profundos sentimientos de nuestro amor por ella y por la madre de Jesús. Y en torno a esta devoción multisecular se ha conformado nuestro carácter, personalidad, cultura, tradición; y una serie de prácticas devocionales y oracionales muy ricas y repletas de contenido de fe. En tu nombre Padre y con tu fuerza espectacular sé que puedo alzarme, con el triunfo y la victoria de aquello que me sugiera, siendo leal a tu palabra.
Consideremos hoy, fieles devotos de Santa Ana, la entrada gloriosa de la Santa en el reino de los cielos. Junto a Jesucristo, a San José y a San Joaquín, la venturosa Santa Ana, Madre de la Madre de Dios, nuestra amada Abogada. Allí en la gloria ocupa Santa Ana uno de los tronos más refulgentes; allí la santa Madre de Jesús se complace en honrar a su Madre muy amada; porque la gloria de los padres siempre es honor de los hijos. Allí la aclaman todos los bienaventurados como Madre dichosa de la Reina de todos los santos, María, la maravilla más grande después de su Hijo Jesucristo.
Padre celestial te solicito en el nombre poderoso de Jesús que hagas un milagro a mi vida. Gracias por escuchar mi oración sé que conoces cada una de mis pretensiones. Revela más sobre la vida de San Padre Pío de Pietrelcina y recita la poderosa oración de sanación ahora. Nada es imposible para Dios si se realiza la oración con fe y de corazón sea cual sea el fundamento, nuestro Señor nos puede arropar en su manto divino y si bien ha situaciones que parecieran imposibles los milagros existen. Agradezcale a Dios por todo cuanto Él ha hecho por usted, por las oraciones que ha respondido en el pasado y por todas las bendiciones espirituales que le ha dado. Agradezca a Dios por las cosas materiales que tiene en la vida y por todo cuanto está complacido.
Lléname de luz clara, llena mi egoísmo con tu bondad infinita, hazme mucho más caritativo y enséñame a ser más espléndido, sin buscar recompensa terrenal. Eres mi guía, la alegría de mi corazón, mi ejemplo de vida vivida para Cristo. En este último día de la novena consagrada a ti, nuestra querida Santa Ana, glorificamos de una forma particular a Dios, que tanto te distinguió en la tierra y tanto te distingue en este momento en los cielos. El día de hoy nos unimos a todas y cada una de las criaturas y al mismo Corazón del Hijo María para bendecir dignamente al Altísimo, que te ha glorificado.