Oracion Para Curar Culebrilla

Seis informantes charlan de un ritual terapéutico donde se espurrea, es decir, se toma un buche de aguardiente, agua o vinagre, soplando más tarde con fuerza. En tres casos se nos informa que hay que sobar la barriga y espurrear aguardiente entre rezos y cruces. En otro caso el trámite sería embadurnar con aceite y espurrear con agua en el transcurso de un mes. Otra variación con espurreo de aguardiente consiste en efectuar previamente nueve cruces con aceite de oliva en piernas y vientre. En un caso el espurreo se hace con vinagre tras sobar la barriga.

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Si conoces otras frases y deseas compartirlas puedes dejar un comentario más abajo. Las culebrillas las curaban con…, con d’esto…, con d’esto, azufre y… ¿de qué forma era? Y le hacían cruces, cruces, cruces y le dicían una oración. Hola, buenos.dias mi nombre es Monica y a mi me.gustaria estudiar a sanar las muelas y diente y los ligamentos. Sin ingresar en polémica de la eficacia de estos métodos ancestrales, puedo asegurar que han sido la forma de vida de muchas personas de nuestras islas, con lo que hay que darle la relevancia que tienen y más que nada darlos a comprender para que no se pierdan.

Rito Y Oración Para Sanar La Culebrilla

Una persona nos comenta que hacer una gargantilla con barras de mestos (híbrido de alcornoque y encina) previene de dolores de muelas y hernias. En el momento en que se acaba la oración se echan unas gotas de aceite en la taza rezada. «Aquí llegó gente con muchas ganas de confiar en que iba a desaparecer su inconveniente. Aun algunos afirman que es nuestro médico el que les sugiere venir», aclara Vicenta, que apunta que «asimismo existe quien se ríe. Una vez, mientras que santiguaba a una muchacha de verrugas en las manos, no paró de reir en todo el rato. Al día siguiente, cuando vino otra vez, me mencionó que no lo volvería a llevar a cabo.

El saber de las prácticas mágicas en la medicina popular de Guadiana del Caudillo desde su entidad como pueblo de colonización extremeño aporta un rico saber sobre exactamente el mismo en Extremadura. Así estamos que estas prácticas forman parte del acervo cultural del pueblo y que no fueron desplazadas, ni suprimidas hasta el momento. Esto puede ofrecer una idea de la importancia que tienen estas creencias para lograr comprender al sujeto con el que interaccionamos como médico, antropólogo, etcétera. De esta forma encontramos el mal de ojo, el culebro, el empacho y otras prácticas mucho más bien difíciles de clasificar y no por este motivo menos interesante . Las prácticas mágicas van a poder padecer transformaciones, pero formaran siempre parte de la vida del hombre.

El Guareña Perdió En El Municipal De Santa Amalia Por 3-1

Asimismo su tía Carmen estuvo largos años santiguando. Y Vicenta aprendió a recitar la oración con tan solo 12 años. «Pero yo la olvidé -asegura riéndose- y no volví a recordarla hasta varios años después, cuando ahora estaba casada y con hijos. Entonces le pregunté a mi tía y resulta que era la adecuada. Fue algo repentino, tal y como si alguien o algo me la hubiera soplado al oído».

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Una vez dadas a saber estas creencias populares de nuestro pueblo que durante siglos han ido pasando de generación en generación, puedo sacar en claro que en nuestras islas se han podido legar muchas prácticas, opiniones y supersticiones, este artículo es una prueba de esto. Para el rezado se usa una tijera abierta que se pondrá encima del golondrino con las puntas hacia afuera y se va a ir virando en el sentido de las agujas del reloj en forma de cruz. No hay un número determinado de reiteraciones del rezado, sencillamente la persona que lo efectúa lo finaliza en el momento en que cree conveniente. Esta ceremonia se repetirá cada día dos veces ( mañana y noche ) hasta la curación del mencionado golondrino. No obstante, la manera más habitual es la erisipela de la pierna.

Dentro de las frases, oraciones, rezos, brujerías y rituales de la sabiduría habitual de hace unos años, hay un oración que se utilizaba anteriormente en la temporada de nuestros abuelos, indudablemente proveniente de sanaderos de culebrillas y otros males. El alunamiento comprendería un grupo de enfermedades o síndromes patológicos infantiles, como trastornos digestivos, erupciones cutáneas, daños en partos o meningitis. “De los niños pequeños no era aconsejable tender lencería, pañales, calzoncillos, braguitas… en los corrales en el momento en que había luna llena; se ponía el niño malito y eso era señal que le había cogido la luna, pero yo no rezo eso, por el hecho de que no lo sé”, informa Juan. “El mal de ojo” es una enfermedad universal con un origen muy primitivo; los griegos y romanos lo llamaban hechizamiento, y San Pablo lo llama fascinación. Es “un influjo maléfico” que las gentes piensan que alguien puede ejercer sobre cualquier persona, si la mira de una forma particular, sobre todo a los niños…

/ Foi por tres yerbas benditas / para esta ferida sanar. / Y tú, ferida, / ni entumezas, / ni entestulezas / más que las llagas / de mi Señor Jesucristo / Amén. Pedro consigue la salvación de su alma volviendo, y los santurrones alcanzan la salvación de su cuerpo volviendo asimismo. La solución al problema está en los dos casos en el acercamiento con el Señor. Se observan ciertas prácticas que parecerían estar apartadas al pasado y que sencillamente dicen conocerse. Sin embargo se descubre la existencia de personas encargadas de sanar “anomalías de la salud” como el mal de ojo y culebrón.

“Porque cuando se juntan la cabeza con el rabo da fiebres altísimas, y es hembra; pero si es macho solo se queda según sale”, aclara. Esta oración debería rezarse ante una taza de agua con unas gotas de aceite y una candela encendida. La primera en llevar a cabo de esta sabiduría habitual un bien común fue su tía abuela Anatolia, que recibía muchas visitas.

Oraciones, Ensalmos Y Conjuros

Tres personas mucho más indican la presencia de rezos para torceduras y para quebrantás, pero no aportan mucho más datos. Una de ellas dice que lo ha recibido para después charlar de manera ambigua sobre su resultado. También otra persona nos dice que hay que ir a una sanadora a que te mire por la cuerda torcía pero ignora el ritual. Todos y cada uno de los informantes nos comunican que no emiten el antídoto y que ni siquiera charlan del mismo. Hay seis personas a las que se les ha echado el “rezo pa el culebro”, de ellas tres dicen que desapareció debido a este, una que no mejoró y 2 que no tienen idea si atribuirle su desaparición al ritual.