Oracion Divina Misericordia

Que se acerquen con enorme seguridad a este mar de clemencia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien” . Entonces me puse a rogar a Dios por el mundo, empleando las palabras que oía en mi interior. Al rezar de esta manera, vi la impotencia del ángel para poder cumplir el justo castigo, consecuencia de los pecados.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Padre nuestro, que andas en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos el día de hoy nuestro pan de cada día; excusa nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. “Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso” .

Según le declaró la Divina Misericordia a Sor Faustina, esta es la última prenda de salvación para el hombre, los que no quieran pasar por su Misericordia deberán verse ante el Juicio de Dios. Nacida y criada en una familia muy religiosa, pero pobre, Sor Faustina mostró una vocación temprana y genuina, pero tuvo que aguardar mucho tiempo antes de poder abrazar la vida religiosa. Débil de salud, murió a los treinta y tres años, pero dejó un testimonio de fe y furor espiritual de gran intensidad y humanidad, una unión completa con Dios y su voluntad. Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros errores y los del mundo entero.

Clemencia F —

La oración en la Hora de la Misericordia es una manera especial del culto a la Divina Clemencia, con la que Jesús asoció una promesa determinada; también estableció la forma de practicarla. Jesús, en ningún instante mencionó que hubiera que rezar la Coronilla de la Divina Clemencia en esta hora. La Coronilla no puede ser la oración de la Hora de la Misericordia, puesto que se dirige directamente a Dios el Padre (Padre Eterno, yo te ofrezco…), y la oración en la Hora de la Clemencia debe dirigirse a Jesús. Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Constructor del cielo y de la tierra.

El Señor me mencionó que rezara este Rosario durante los nueve días que anteceden a la Fiesta de la Misericordia. La novena, debe comenzar el Viernes Santurrón, “Durante esta novena concederé a las ánimas todas las gracias” . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas y cada una de las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Padre nuestro, que andas en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu intención en la tierra como en el cielo. Santa Faustina contaba todo lo mencionado a su confesor, el beato P.

Aún ahora en la agonía misma Dios misericordioso da al alma un momento de lucidez interior y si el alma desea, tiene la posibilidad de regresar a Dios. Pero, en ocasiones, en las ánimas hay una dureza tan enorme que responsablemente escogen el infierno; frustran todas y cada una de las frases que otras ánimas elevan a Dios por ellas e inclusive los mismos sacrificios de Dios…” . El rayo pálido representa el Agua que justifica a las ánimas.

Jesús Misericordioso, Divina Clemencia, Cómo Se Reza La Coronilla De La Misericordia

El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las ánimas. Los dos rayos afloraron de las supones más profundas de Mi clemencia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza». Por la tarde, estando en mi celda, vi a un ángel ejecutor de la ira de Dios. Tenía una túnica clara, la cara resplandeciente, con una nube debajo de sus pies. De la nube salían rayos y relámpagos que iban a su mano, y de la mano salían hacia la tierra.

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Hasta el pecador mucho más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la felicidad de Mi clemencia infinita” . “De todas Mis Llagas, como de riachuelos, fluye la Clemencia para las almas, pero la Herida de Mi Corazónes la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta Fuente afloran todas y cada una de las Gracias para las almas. Me queman las Llamas de Compasión, deseo derramarlas sobre las ánimas de los hombres. Es una oración devocional que garantiza a quienes la rezan, en especial en el instante de la desaparición, la gracia de la conversión y el perdón de todos los pecados. Asimismo es una oración que invoca la Clemencia de Dios sobre toda la humanidad, ofertando la Pasión y el Amor de Jesús, Su padecimiento, como un sacrificio para arrimar a Dios a los hombres.

De Qué Forma Se Reza La Coronilla De La Divina Misericordia

Esta promesa no sólo es válida para esos que la recitan, sino más bien asimismo para esos que mueren y tienen a su lado alguien que la reza para él. Jesús le aseguró a Sor Faustina que en el momento en que alguien recita esta Coronilla al lado de un moribundo, Él se colocará entre el alma de este último y Su Padre, no como un juez, sino como un salvador, y Su infinita Clemencia va a dar la bienvenida a esa alma. Santurrón Dios, Santurrón Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y de todo el mundo entero. Nosotros escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo. »Ambos rayos afloraron de las entrañasmás profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza».

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Nunca, hasta entonces, había orado con tanta eficacia, como en aquel instante. El Señor prometió muchas merced a todos aquellos que extendieran esta devoción por el planeta, tu lo tienes muy simple sólo tienes que imprimir el documento que hay a continuación y repartirlo entre todo el mundo, de esta manera te estarás convirtiendo en un apóstol de su Clemencia. No lo dudes tu puedes ser apóstol en estos últimos tiempos que nos toca vivir. Te garantizamos ciertas oraciones dedicadas a la Divina Misericordia.

La Coronilla A La Divina Clemencia

“A los curas que proclamen y alaben Mi misericordia, les daré una fuerza prodigiosa y ungiré sus palabras y sacudiré los corazones a los que hablen” . Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Clemencia para nosotros, en Ti confío” . »Deseo que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Celebración de la Misericordia»”.

Oraciones A La Divina Clemencia Domingo De La Misericordia

La Coronilla a la Divina Misericordia la dictó el Señor Jesús a sor Faustina en Vilna los días de septiembre de 1935 como una oración que ha de ser rezada para lograr la gracias de la misericordia de Dios para los pecadores. (…) en esa hora jura rezar el Vía Crucis, y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la capilla y adora en el Muy santo Sacramento a Mi Corazón que está repleto de clemencia. Y si no puedes ingresar en la capilla, sumérgete en oración, allí donde estés, aunque sea por un brevísimo instante. “He abierto Mi Corazón como una Fuente viva de Misericordia.

Al ver esta señal de la ira divina, que, por justos fundamentos, iba a castigar a la tierra y especialmente a cierto lugar, que no puedo nombrar, comencé a rogar al ángel que se contuviera por cierto tiempo, para que el planeta hiciera penitencia. Con motivo de una aparición posterior, Jesús le enseñó una manera particular de oración, lo que habría garantizado Su clemencia para esos que la habían recitado, en especial en el instante de la desaparición. Las muchas gracias que recibió en su corta vida, las visiones, los milagros, las revelaciones de las que era portadora, la convirtieron en la principal propagadora de la devoción al Jesús Misericordioso. El mismo Jesús, en entre las oportunidades en que se le apareció, la habría llamado “Asesora de la Divina Clemencia”, y como Apóstol de la Divina Clemencia es adorada en todas y cada una partes. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.