“Estos rayos protegen al alma de la Furia de MI Padre. Feliz el que viva bajo su sombra, por el hecho de que la mano de la justicia de Dios nunca le alcanzará.” “Exijo de ti obras de Clemencia que deben aparecer del amor hacia Mí. Tienes que enseñar clemencia al prójimo siempre y en todas y cada una partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte.” . Dios quiere que recibamos Su Clemencia y que por medio de nosotros se derrame sobre el resto. Te pedimos tu paz, para el mundo cada vez más distanciado de ti. Esta oración a la Divina Clemencia te servirá para cualquier clase de petición. Debes rezarla a lo largo de 3 tardes consecutivas a las 3 de la tarde, para recibir la ayuda que precisas.
O fuente de Vida, Oh Misericordia Sin limites, envuelve todo el mundo y desocúpate sobre nosotros. Santurrón Dios, Beato Fuerte, Santurrón Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Por Su dolorosa Pasión, ten clemencia de nosotros y del mundo entero. Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. Al día después, mientras entraba a la capilla, escuchó de nuevo esta voz interior, instruyéndola de qué manera recitar la oración que Nuestro Señor después llamaría “la Coronilla”.
Mira con Ojos Misericordiosos a aquellas almas que tienen una devoción especial, veneración y glorificación de tu sin limites Misericordia, y que te glorifican con palabra y obra, y que por imitarte son misericordiosos con sus prójimos. Te suplicamos humildemente les muestres aún más tu Misericordia, según la esperanza que pusieron en Ti, y según tus promesas, protégelos siempre y en todo momento por doquier como tu propia Gloria, especialmente en la hora de su muerte. “El misterio pascual es el culmen de esta revelación y actuación de la clemencia, que es con la capacidad de justificar al hombre, de restablecer la justicia en el sentido del orden salvífico querido por Dios desde el principio para el hombre y, a través de el hombre, en el mundo” . Página | 2 NOVENA DE LA MISERICORDIA PRIMER DÍA. Roguemos a fin de que Dios se digne a mostrar Clemencia a toda la raza humana. De quien es propio el ser Misericordioso con nosotros y perdonarnos, no mires nuestros errores, sino más bien mira únicamente la promesa que contamos en tu sin limites amabilidad.
La Coronilla A La Divina Misericordia
Es una decisión que comprende en confiar absolutamente en Él, en admitir su Clemencia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es Misericordioso. Dios desea que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Clemencia sobre nosotros y sobre el planeta entero. “Santurrón Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y de todo el mundo entero.”
Entre estas 2 venidas tenemos el final de los tiempos o la era de la Iglesia, en la que la Iglesia ministra le reconciliación hasta el gran y horrible Día del Señor, el día de la Justicia Divina. Todo católico debe estar familiarizado con las enseñanzas de la Iglesia con respecto a este tema, contenido en los parágrafos 668 y 679 del Catecismo de la Iglesia Católica. Solo en el contexto de una revelación pública como es enseñado por el Magisterio podemos situar las expresiones de la revelación privada dada a Sor Faustina. “Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de Tu Misericordia se abrió por todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, Oh Misericordia Infinita, abarca el planeta entero y derrámate sobre nosotros.” “Pinta una imagen según esta visión, con las palabras \’Jesús, en Vos confío\’ Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla y luego en todo el mundo.”
Oración Del Año De La Misericordia
Desde allí se pintaron tres imágenes significativas. La primera por encargo de santa Faustina efectuada por Eugenio Kazimirowsky en el año 1934. La segunda fue por encargo de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en el año 1942 y pintada por el artista Estanislao Batowski. Estas dos primeras fueron consumidas por el fuego a lo largo de la insurrección de Varsovia. En el momento en que se empezó a propagar la devoción a la Divina Clemencia, se le develó una imagen a Santa Faustina en 1931 y Jesùs pidiò que se pintase. Conoce en el siguiente producto, la historia del Señor de la Misericordia, sus imágenes y una vigorosa oración para soliciar su intercesión en asuntos bien difíciles.
Si andas atravesando un instante duro o quieres enviar energía positiva a una persona enferma o que asimismo esté viviendo un momento complicado, con esta oración Cristo de la Clemencia lograras mandar buenas energías a quien lo necesite. Aquí te comparto otra vigorosa oración del Cristo de la Clemencia que te va a ayudar a encontrar paz y claridad frente momentos difíciles y complicados. Oh Jesús, cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores. La justicia de tu Padre habría sido expiada con un solo suspiro tuyo y todos tus anonadamientos son actos de tu misericordia y tu inconcebible amor. Esta devoción fue difundida por la monja polaca Faustina Kowalska por medio de su diario en donde relata conversaciones místicas que habría tenido con Jesucristo. Conoce ocho 8 oraciones dedicadas al Señor de la Divina Misercordia a fin de que te ayude con el trabajo, el cariño, la enfermedad y mucho mucho más.
Muy dulce Corazón de mi Señor, lleno de piedad y de clemencia insondable, te suplico por los pobres pecadores. Oh sacratísimo Corazón, fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias incomprensibles sobre toda la raza humana. Para rendir devoción a esta figura deben hacerse diversos actos interiores como rezos y exteriores como venerar la imagen de la Divina clemencia, ayudar a la celebración de la misericordia y efectuar actos misericordiosos con el prójimo. En los Evangelios el Señor nos enseña como su primera venida fue en humildad, como un Servidor, para dejar en libertad al planeta del pecado. Sin embargo, Él asegura regresar en gloria a evaluar al mundo en el amor, como precisamente lo afirma en su alegato del Reino en los episodios 13 y 25 de Mateo.
Oración Al Señor De La Clemencia: Jesús En Ti Confío
Dios te salve, María, llena eres de felicidad, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas y cada una de las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, suplica por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. “Charla a las ánimas de esta enorme clemencia Mía, pues está próximo el día de Mi justicia.” “Charla al planeta de mi Clemencia… Es señal de los últimos tiempos. Tras ella va a venir el día de la justicia. Todavía queda tiempo para que recurran, pues, a la Fuente de Mi Clemencia.” “Hija Mía, redacta que cuanto más grande es la pobreza de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia y también invita a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas y cada una de las ánimas, no he excluido a ninguna”. En su encíclica sobre el Padre, el Beato Padre nos urge a “implorar la Misericordia de Dios para la humanidad en estos momentos de la historia, para suplicar por ella en estos momentos bien difíciles y críticos de la crónica de la Iglesia y del mundo mientras que nos acercamos en el final del segundo milenio.” (Encíclica “Dives in misericorida”, 30 de septiembre de 1980, núm. 15).
“Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y de todo el mundo entero.” Oh Jesús, recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan las ánimas redimidas con tan preciosísima, muy santa sangre tuya. Tu expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para las almas, y el océano de Misericordia se abrió por todo el mundo.
Recíbenos a todos en tu Misericordiosísimo Corazón y no rechaces a ninguno. Te lo suplicamos por el cariño que te une con el Padre y el Espíritu Santo. «Muéstranos tu Misericordia, oh Señor, como nosotros confiamos en tu Santurrón Nombre, porque Tú eres Todopoderoso, amabilísimo, tolerante, leal, bueno y misericordioso». Eterno Padre, mira a toda la raza humana con Ojos Misericordiosos, y especialmente a todos y cada uno de los pobres pecadores, cuya sola promesa es el Misericordiosísimo Corazón de tu Santísimo Hijo y de Nuestro Señor y salvador Jesucristo.
“Quiero que la imagen sea bendecida solemnemente el primer domingo después de Pascua y que se le venere públicamente para que cada alma pueda saber de ella.” “Di a la Humanidad sufriente que venga a Mi Misericordioso Corazón, y le daré la Paz. Vengo ahora como Rey de la clemencia, antes de venir como Justo Juez, a fin de que no haya ninguno que logre excusarse en el día del juicio, que poco a poco se va acercando”. En estos contenidos escritos se explica la doctrina de la Iglesia en lo que se refiere a imágenes, la justificación y la felicidad. Primero, por si acaso sola una imagen es meramente una pintura, da igual qué hermosa y expresiva sea. No obstante, puede señalarnos los misterios de la fe y disponernos a recibir aquello que representan, en este caso la Divina Misericordia. “Para castigar, tengo Yo la eternidad; ahora Yo prolongo a los hombres el tiempo de Mi Misericordia; pero ¡uy! de ellos sí no conocen esta gracia… Tú, Mediatriz de Mi Misericordia, tienes la obligación, no solamente de escribirla y predicarla, sino tienes que asimismo implorar esta gracia para los hombres, para que glorifiquen Mi Clemencia”.
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Por supuesto, es posible rezar la Coronilla en esta hora santa, tal como en otro momento del día y de la noche; pero entonces se debe tener claro que no nos encontramos practicando la oración de la Hora de la Clemencia, sino que sencillamente rezamos la Coronilla de la Divina Clemencia. La Coronilla no puede ser la oración de la Hora de la Clemencia, ya que se dirige de manera directa a Dios el Padre (Padre Eterno, yo te ofrezco…), y la oración en la Hora de la Misericordia debe dirigirse a Jesús. “Charlen de Mí todos los que me conocen y difundan la enseñanza de La Coronilla. Pido nuevamente que lo hagan a las tres de la tarde, a esa hora derramaré sobre toda la raza humana que ore, un sin número de gracias, cubriré con el agua de mi costado y con la sangre de mi corazón a todo aquel que a Mi se acerque.” “A las almas que propaguen Mi Misericordia, Yo las protegeré por toda su vida como una madre a su hijo, y en la hora de la desaparición, para ellos no seré Juez, sino Redentor. En esta última hora, el alma no posee otra protección que Mi Misericordia. ¡Feliz aquella alma que a lo largo de su historia estuvo hundida en Mi Misericordia, ya que la justicia no le alcanzará”. “Excusa nuestras ofensas como asimismo nosotros perdonamos a los que nos ofenden” . La imagen del costado traspasado de Jesús derramando sangre y agua nos recuerda que la Cruz, el amor en acción es el valor de la clemencia.
Dios nos deja comprender que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra seguridad. Cuanto más confiemos en Jesús, más recibiremos. El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia está fundamentada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su directivo espiritual, escribió un diario de en torno a 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se empezó a diseminar la devoción a la Divina Clemencia. Te solicitamos Padre, por la Divinidad de Tu amadísimo hijo, Nuestro Señor Jesucristo, inclines tus oídos para percibir nuestros ruegos.