Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos y cada uno de los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y a fin de que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz. Notificarme los nuevos comentarios por correo electrónico. NombreCorreo electrónicoWeb Guarda mi nombre, correo y web en este navegador para la próxima vez que comente. Renuevo mis promesas del Bautismo, renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus proyectos, y prometo vivir como buen católico.
Ha dado clases en la Universidad San Pablo CEU de La capital de españa y en este momento lo hace en el Centro Teológico Virgen de Guadalupe y en el Seminario Diocesano de Cáceres. Entre sus publicaciones y productos, resaltan los referidos a la represión en la Guerra Civil de españa, la persecución religiosa y las relaciones Iglesia-Estado. Y todo nos lo da, asegura, «Desde mi campanario». Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; dignaos atraerlos a todos a la luz de tu reino. Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe a fin de que dentro de poco se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.
Oración A Cristo Rey Por La Patria
Tú eres Señor, el rey de todos los reyes. A Ti, Jesús, el honor, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Ángel David Martín Rubio es sacerdote, Licenciado en Geografía e Historia y en Historia de la Iglesia y desarrolla su actividad pastoral en la diócesis de Coria-Cáceres.
¡Qué celebración para mí verte aquí donde me he ido a esconder para no sentir sobre mí las miradas indiscretas del juicio humano! Al filo de mis descalabros ¿a quién encontré de no ser a ti? El único que podría reprocharme mis incoherencias me viene a buscar para sostener mi angustia y mi humillación.
Hoy El Reto Del Amor Es Relajar Tensiones
Todo cuanto fué hecho Tú lo has desarrollado. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus proyectos; y prometo vivir como buen católico. Muy singularmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia.
¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Miradnos humildemente postrados; nuestros somos y vuestros deseamos ser, y a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a tu Sacratísimo Corazón. Todo lo que fué hecho, fué creado para Vos. Ejerced sobre mí todos nuestros derechos.
Y muy particularmente me comprometo a llevar a cabo vencer, según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia. La celebración de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Cosmos, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el aviso del Reino de Dios. Te rogamos, Señor, con la enorme expectativa de recibir de Ti, oh Divino Rey, clemencia, paz, justicia y todo bien. Le informa que su correo va a ser custodiado por HAMAEL ONLINE S.A. Suscríbase gratis a la lista de correo de Web Católico de Javier para recibir las novedades por semana por mail.
El Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra, de la Iglesia y de nuestras almas.
Consagración De La Humanidad Para El Día De Cristo Rey Por El Papa Pío Xi
Se puede pensar que solo se llegará al Reino de Dios después de pasar por la muerte pero lo cierto es que el Reino ya está instalado en el mundo mediante la Iglesia que peregrina al Reino Celestial. “Todo el que es de la realidad escucha mi voz.” Todos los que se encuentran con el Señor, escuchan su llamado a la Santidad y emprenden ese sendero se transforman en miembros del Reino de Dios. Señor me parece extraño darte nombre de rey. No es moco de pavo acercarse a un rey… Al tiempo que el día de hoy veo que estás sentado junto a mí, en el hoyo de mi pecado, aquí donde nunca hubiera pensado localizarte. Los reyes están en los palacios, lejos de las vicisitudes de la pobre gente. Tú, por contra, vives tu señoría vistiendo harapos consumidos por nuestra pobreza.