Novena Virgen De San Juan

A pesar de la atención que recibió Juan, se sostuvo muy humilde. Pronto se mudó a una ermita en el cerro Tepeyac. Vivió una vida de oración y trabajo hasta que murió en 1458. Juan fue al obispo con esta solicitud, pero el obispo tenía inquietudes sobre la legitimidad de esta visión y mensaje. Entonces María se le apareció nuevamente a Juan ese día.

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Te admiró sabio, sensato, y en esto puso su gloria; La tuya es ser industrioso en el camino del cielo. De la discordia inclemiente se prende el fuego feroz, y al imperio de tu voz tranquilidad su escandalo ardiente; Con modo el más asombroso cesa ahora el sanguinolento desafío. La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio católico. De hecho, el sacrificio eucarístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz. Y en este sacrificio de la Novedosa y Eterna Coalición los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura internamente y vivifica desde dentro, su alianza conyugal.

San Juan De Dios

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. En la Virgen María, Reina de la Paz, Dios Padre nos enseña su amor. Por su intercesión, elevemos nuestras súplicas por nuestras necesidades y las de todo el planeta. Virgen María, madre, auxilio, salud, refugio, consuelo, socorro, abogada de todos aquellos que te necesitan y acuden a Ti con seguridad y amor. Tú que fuiste destinada desde toda la eternidad, y escogida entre todas las mujeres, para ser la Madre del Hijo de Dios, por lo cual Dios infundió en tu alma todas las virtudes y el Espíritu Beato te colmó con todos sus dones e inflamó tu corazón en el cariño de Dios.

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Para que el Espíritu Santurrón, que engendró en las entrañas de María al Verbo eterno del Padre, impregne al planeta con su fuerza y haga nacer en todos y cada uno de los hombres un vivo deseo de la venida del Reino de Dios. Oh Dios, que hiciste de la Virgen María, Mujer de tu Espíritu, la Cooperadora desprendida del Redentor, concédenos también a nosotros adherirnos a Cristo, tu Palabra viviente, para colaborar en la salvación de todo el mundo, Te lo solicitamos por Jesucristo nuestro Señor. Dios omnipotente que has hecho enormes cosas en Aquella que todas y cada una de las generaciones llaman dichosa, renueva, por su intercesión, en nosotros, las maravillas de tu Espíritu a fin de que podamos bendecir tu Nombre eternamente.

Oración Preparatoria Para Todos Y Cada Uno De Los Días

Los cirios tienen un papel esencial en la Iglesia Católica y sus orígenes se remontan a varios siglos atrás. En el Viejo Testamento, la luz, era un símbolo de la fe. Con el advenimiento de Jesús, este simbolismo se ha enriquecido con nuevos significados escenciales para la vida del cristiano. Te suplico Señor y Santo dios, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te pide en favor mío; ‘sentirla’, quererla, y servirla con tu mismo amor, y contar siempre y en todo momento con su intercesión ‘todopoderosa’ ante tu Corazón.

Ninguno se libra de males sino más bien por ti, oh Virgen muy pura. Ninguno recibe gracias de Dios sino por ti, oh Virgen castísima. Ninguno obtiene misericordia sino más bien por ti, oh Virgen venerabilísima.

A fin de que guiado, acompañado y defendido por Ella, y siguiendo su ejemplo, pueda quererte y servirte en esta vida y gozar con Ella, y con todos y cada uno de los Ángeles y Santos, del amor de la Muy santa Trinidad por toda la eternidad. Lo que te pido en esta Novena sea, según la Intención de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las ánimas y de mi alma. Esta novena a la Virgen María, la puedes llevar a cabo en tantas ocasiones como desees, de forma particular los días anteriores a su celebración. Consta de una oración común que se reitera cada día, tanto para comenzar como, para acabar; y de una breve meditación diaria que te ayudara en el instante de la oración. NOVENA ALA ESPIRITU SANTO ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS. R/ Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Te pido que Dios la una en la paz y en el amor; y que renueve y transforme los corazones de todos los cristianos, a fin de que llenos de sus dones nuestra vida sea un testimonio de fe, de esperanza y de amor como la tuya. María, tú que acompañaste a Jesús clavado en la Cruz, y indudablemente te asociaste como Madre a su sacrificio y te ofreciste con Él al Padre para la salvación de todos y cada uno de los Hombres, defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu intercesión ‘omnipotente’ ante Dios. Danos, a los que amamos y proseguimos a Jesús, el incesante socorro de su felicidad a fin de que nos mantengamos leales a las demandas y a los compromisos de nuestro Bautismo. Y puesto que eres Madre de Bondad y de Clemencia ora sin cesar por muchos Hombres que viven en pecado.

Padre de bondad, que estos deseos que te presentamos encuentren eco en tu amor espléndido, y que nos ayude la intercesión poderosa de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Esta es una humilde llamada a la oración que no se rinde; una llamada a la fe valiente, que espera sin desfallecer; una llamada a la comunión entre hermanos, que es mucho más fuerte que toda indecisión y que toda amenaza por grande que sea.

La familia posee vínculos vitales y orgánicos con la sociedad, pues constituye su fundamento y alimento continuo a través de su función de servicio a la vida. De hecho, de la familia nacen los ciudadanos, y estos encuentran en ella la primera escuela de esas virtudes sociales, que son el alma de la vida y del avance de la sociedad misma. Tú advertiste el ataque de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración resguarda las familias y cada vida que aflora en la familia.

Desde tu esperanza y fe, San Juan de Dios, ayúdame a conocer a Dios como Padre y a fiarme de su amor. Y en torno a esta devoción multisecular se ha conformado nuestro carácter, personalidad, cultura, tradición; y una secuencia de prácticas devocionales y oracionales muy, muy ricas y repletas de contenido de fe. Para que el Rey de la gloria, que hizo de María la Virgen fidelísima, dé a los que el día de hoy recordamos a la Madre de su Hijo ser absolutamente fieles a la vocación a la que hemos sido llamados. Dios todopoderoso y eterno, que acogiste complacido la disponibilidad de la Virgen María para ser Madre de tu Hijo, ayúdanos a ser como Ella, fiel y modelo del culto divino, en todos los momentos de nuestra vida. Festejando la memoria de la que es bienaventurada por todas las generaciones, presentemos nuestras voces suplicantes al Padre, que la llenó de gracia.

Por esto recurrimos a ti, oh muy pura y dignísima de toda alabanza y de todo obsequio. Haz que, a través de tus frases, que tanto tienen la posibilidad de con el Señor, las cosas eclesiásticas sean bien regidos y tú misma las conduzcas a puerto seguro. Viste ricamente a los sacerdotes de justicia y de la gloria de la fe probada, inmaculada y sincera. Dirige en estado próspero y relajado los cetros de los soberanos cristianos.

Estas páginas son una inestimable ayuda para preservar, profundizar y dar a conocer la devoción a Santa Ana que nos transmitieron nuestros mayores; para rezar apoyados en su intercesión; y para constituir nuestra vida a imitación de la suya. Por la gloria de tu nombre y por la intercesión de Santa María Reina de todos los Santos, compadécete, Señor, de nosotros y concédenos lo que te hemos pedido. A fin de que el Padre del cielo, que dispuso que en la realeza de María se anunciase en la Iglesia un signo seguro de la alegría de los bienaventurados, se compadezca de quienes lloran y miran este planeta únicamente como un valle de lágrimas.