Rokeach creía que si esos tres Jesucristos se puedan ver obligados a discutir entre ellos y tuviesen que prestar razonamientos contundentes de su identidad a los otros, posiblemente alguno de ellos cuestionase lo absurdo de su personalidad divina. El psicólogo de manera rápida advirtió que el cambio de nombre podría presagiar un cambio de identidad por la parte de Gabor, aunque para Rokeach parecía claro que la motivación era simplemente que Gabor quería evitar una confrontación futura con las otras “divinidades”. En el transcurso del experimento el sicólogo leyó a los pacientes un producto sobre el experimento que se estaba llevando a cabo con ellos. Es en este momento en el momento en que el polémico experimento de los tres Jesucristos de Michigan iba a dar una vuelta de tuerca más en el momento en que el doctor Rokeach decidió profundidzar en las nuevas identidades de sus pacientes enviándoles cartas similares con sus recientemente adoptadas personalidades. En el libro que escribió más tarde el propio psiquiatra se arrepentiría de ello ante los perjuicios que causó a los pacientes.
Tenía 39 años y diez años después empezó a creer que era Dios. Manila, 2 nov .- Por lo menos 121 personas perdieron la vida y 36 continúan desaparecidas por las inundaciones y corrimientos de tierra provocados por la tormenta tropical Nalgae, que cruzó Filipinas a lo largo del pasado fin de semana, según datos actualizados este miércoles por el centro nacional de urgencias. Finalmente, Leon Gabor, que ingresó en el Hospital con serios problemas psicóticos tras batallar en la segunda Guerra Mundial, fue el tolerante que más cambió su personalidad en los instantes siguientes. Según el asombrado doctor Rokeach, Leon evolucionó para eludir enfrentamientos con los dos Jesucristos sobrantes y terminó aseverando que su auténtica identidad era “El virtuoso y divino estiércol”, agregando a su fantasía a una mujer imaginaria de 2 metros de altura a la que llamaba “Madame Abominable hombre de las nieves”.
El relato de Rokeach nos hace pensar algo perturbador, que quizá nuestras opiniones más profundas, mucho más íntimas, la raíz de nuestro ser, es posible que no sean completamente algunas. Posiblemente el trabajo del que el día de hoy hablamos fue el mucho más famoso al combatir así a tres enfermos mentales. Servicio psicológico de la Fuerza Aérea a lo largo de la II Guerra Mundial.
Uno de los ensayos más atroces y polémicos de la crónica de la psiquiatría, que nunca debería haberse realizado. Sin embargo todos proseguían apegándose a la iniciativa de quién creían ser. Tan solo Gabor, presumiblemente influenciado por el golpe que le propinó Benson, cambió su opinión sobre el asunto del color de Adán, admitiendo que tal vez no era negro. Así, eligió a 2 “cristos” que eran residentes en la clínica en Ypsilanti, lugar donde tendría sitio el ensayo, junto a un tercero que fue trasladado allí.
Dr Alan Stone
No presto a emplear la terapia de electroshock propia de esa época, el médico empieza un ensayo sin precedentes y riesgoso transfiriendo a su tolerante a vivir con otros dos esquizofrénicos, que, de forma casual, asimismo piensan que son Jesús. Dirigida y coescrita por Jon Avnet (‘Íntimo y personal’, ‘Tomates verdes fritos’), la película muestra de qué manera Stone reúne al trío, enfrenta a los tres Jesucristos y los persuade para que forjen un grupo de apoyo. La historia real del ensayo fue publicada con apariencia de libro por Milton Rokeach en 1964 bajo el título de ‘Los tres Cristos de Ypsilanti’. Cassel estuvo casado y con hijos, si bien transcurrido el tiempo empezaría a temer por su vida pensando que iba a ser envenenado. Exactamente esta ilusión fue la que le llevó hasta la institución en Ypsilanti en 1939.
En el epílogo de una edición del libro veinte años después, en 1984, Rokeach se llama a sí mismo “el cuarto Cristo” y se disculpa por los muchos errores cometidos en ese ensayo, señalando que aquella historia insalubre de locura era tanto sobre él como sobre los tres Cristos. Tras dos meses, el psicólogo dejó que los tres hombres llevaran las discusiones. Cada uno encabezaba las asambleas eligiendo el tema de discusión. Charlarían de películas, comunismo o religión, pero jamás se referían a la cuestión de su identidad nuevamente.
Tres Jesucristos
Había 2 registros precedentes en la literatura psicológica, dos ejemplos del siglo XVII en el que 2 hombres creían ser Jesucristo y se habían encontrado por casualidad en un psiquiátrico. Dos siglos después después ocurría algo similar en una institución siquiátrica donde dos “Jesucristos” se encontraban frente a frente. En los dos casos los libros hablaban de que las “asambleas” habían dado rincón a una recuperación parcial. Ginebra, 2 nov .- El prominente comisionado de las ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, solicitó hoy que los derechos humanos tengan un rol central en la lucha contra el cambio climático, de cara a la cumbre COP27 que se celebra del 6 al 18 de noviembre en Sharm el Sheij . En 1959, el psiquiatra Alan Stone trata a un paciente esquizofrénico que está convencido que es Jesucristo.
Según uno prosigue la historia del experimento, al menos desde nuestra visión actual, te sientes cada vez más y más incómodo. Rokeach juega con los pacientes tal y como si fuesen títeres y todo parece estar dirigido a su beneficio y al resultado de sus juegos más que en el beneficio de esos tres pobres desgraciados. En el momento en que el ensayo acaba al cabo de un par de años, esencialmente les deja tirados.
Dos años por delante en los que dormirían en camas adyacentes y se les asignaría tareas en grupo. Un extraño y excéntrico viaje a la locura y una meditación sobre nuestro verdadero lugar en el mundo. Un atrayente estudio que se lee como una increíble novela. Comparada por muchos motivos con Alguien voló sobre el nido del cuco, Los tres cristos de Ypsilanti se encuentra dentro de los mucho más famosos y controvertidos experimentos de la crónica de la psiquiatría moderna, que condujo los límites de la ética a extremos insospechados. Ante estas órdenes de su imaginaria esposa, Leon Gabor padeció gigantes crisis emocionales, lloraba en su habitación y se fue distanciando aún mucho más de la realidad, llegando incluso a estimar divorciarse de Madame Yeti.. El parlamento, muy juiciosamente, le condenó a prisión en un psiquiátrico.
El Ensayo Psicológico Mucho Más Despiadado: Juntar En La Misma Sala A Tres Enfermos Mentales Que Se Creían Jesucristo
En 1953, con 32 años, empezó a oír voces que le decían que era Jesús. Los derechos de propiedad intelectual de las críticas pertenecen a los que corresponden críticos y/o medios de los que han sido extraidos. Si deseas ayudarnos a que tus películas favoritas tengas más extractos envíanos un mensaje. Joseph Cassell, el primero de los tres pacientes, había llegado al Centro de Ypsilanti tras varios descalabros como escritor y tras haber mostrado hábitos violentos con su familia. Fue el que más firmemente continuó creyendo en su identidad, y argüía que los otros dos “Cristos” como es natural eran locos del Hospital, convencido de que él era el único Jesucristo.
Este artículo, hasta la actualidad inédito en español, pertence a los mucho más interesantes, controvertidos y delirantes ensayos de la historia de la psiquiatría. El libro sería posteriormente adaptado al cine, al teatro e incluso llegaría a inspirar dos óperas. En un inicio, como uno esperaría, se produjeron enfrentamientos entre los tres “jesucristos”, los tres discutían constantemente sobre quién era mucho más sagrado y en ocasiones llegaban a las manos. Según Rokeach, entre los pacientes gritaba “Me tienes que adorar”, a eso que otro respondía “No pienso adorarte.
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En cambio había leído algo semejante a eso que tenía en cabeza. En las prisiones chinas llevaban años haciendo lavados de cerebro con técnicas similares, experimentos que sugerían que los efectos sobre la identidad de una persona eran verdaderamente fuertes. Si deseaba poner a prueba la oportunidad de quebrar la mayor de las creencias en un humano, lo debía llevar a cabo bajo una mente humana al máximo, una fe que escapa a cualquier principio de lógica. Así que el acercamiento que tuvo lugar en el verano de 1959 tenía todos y cada uno de los mimbres para, desde un punto de vista psicológico, cuando menos hallar una respuesta, quizá incluso una solución a la cuestión. Esto fue lo que ocurrió en los un par de años que duró el experimento.
Joseph
Uno, supuestamente llamado Clyde Benson, un granjero alcohólico de 70 años, sencillamente negó la existencia de los otros dos y empezó a referirse a ellos como si fuesen cadáveres reanimados o fallecidos operados por maquinarias internas. De este modo, Leon fue alterando su desvarío a fin de que pudiera encajar sin enfrentamientos en la novedosa situación. Fundamentada en el ensayo efectuado por el psicólogo social Milton Rokeach en 1959 en el manicomio estatal de Ypsilanti , Richard Gere da vida el psiquiatra Alan Stone, al tiempo que Peter Dinklage, Bradley Whitford y Walton Goggins dan vida a tres pacientes esquizofrénicos paranoides que se creen Jesucristo. Todo un póker de ases para un emotivo drama con mucho humor. Aquel repentino cambio de personalidad de una de las “Vírgenes de Maryland” le intrigó hasta tal punto que decidió hacer un ensayo con sus tres pacientes esquizofrénicos.