“Hoy tráeme a las ánimas que singularmente veneran y glorifican mi Misericordia y sumérgelas en mi Clemencia”. Estas ánimas compartieron los sufrimientos de mi Pasión y penetraron en mi Espíritu mucho más profundamente que ninguna otra. Son vivo reflejo de mi compasivo Corazón y brillarán con esplendor particular en la vida futura.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, disfrutar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre y en todo momento Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y gozar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. DOCTRINA DE LA SALVACION Que creemos!!!
Novena Vocacional A Nuestra Madre Sexto Dia
CONSAGRACIÓN AL MISERICORDIOSÍSIMO JESÚS (Por Estanislao Skudrzyk S.J.) ¡Oh, Misericordiosísimo Jesús! Tu bondad es sin limites y los bienes de Tus gracias inagotables. Yo confío enteramente en Tu Misericordia, que supera todas tus obras. Yo me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de Tu felicidad y amor que afloraron de Tu Santísimo Corazón en la Cruz. Yo deseo propagar Tu clemencia a través de proyectos espirituales y anatómicos de la misericordia, en especial transformando a los pecadores, consolando a los pobres, afligidos y enfermos, ayudándolos.
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, … Tenemos la posibilidad de decir que la Letanía que nosotros rezamos hoy en día es casi la misma que Santa Margarita María acostumbraba a rezar. Ella tenía la costumbre de rezarlas muchas veces. Misericordia Divina, remanso de corazones y paz frente al miedo. Clemencia Divina, que de la nada nos diste la presencia. Misericordia Divina, insondable en todos los secretos de Dios.
Los Nombres, Tipos Y Títulos De Jesús Contribución
Pero Tú me vas a proteger con Tu propiedad y Tu gloria, pues yo temo todo de mi debilidad y espero todo de Tu enorme clemencia. Que toda la raza humana conozca el abismo incomprensible de Tu gran clemencia y ponga toda su esperanza en ella y la alabe por toda la eternidad. “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen este rosario (…) Anota estas palabras, hija Mía, habla al planeta de Mi clemencia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran a la Fuente de Mi Misericordia, se favorezcan de la Sangre y del Agua que afloró para ellos” .
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Beato. PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD. La palabra de Dios es viva y eficaz; evalúa los deseos e intenciones del corazón. No dejen de rezar y promover esta novena de la clemencia por todos los que lo precisan. Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
No deseches mis súplicas, antes bien, escúchalas y acoge benignamente. Cordero de Dios que quitas los pecados de todo el mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que por la insondable misericordia quitas nuestros pecados – ten piedad de nosotros. “A las ánimas que propaguen la devoción a mi Misericordia las protegeré durante toda su vida” . “El día de hoy tráeme a las ánimas tibias y sumérgelas en el abismo de mi Misericordia. “El día de hoy tráeme a todas y cada una de las ánimas devotas y fieles y sumérgelas en el gran océano de mi Misericordia. Ellas me confortaron en todo el Vía Crucis y fueron una gota de consuelo en la mitad de un mar de amargura”.
Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el Amor mismo, acoge en el seno de tu Piadosísimo Corazón a las almas de esos que de una forma particular alaban y honran la grandeza de tu Misericordia. Misericordiosísimo Jesús, de quien procede todo bien, multiplica tus gracias sobre las almas consagradas a tu servicio, para que puedan realizar proyectos dignas de misericordia; y que todos los que las vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el Cielo. “Hija Mía, ayúdame a salvar a un pecador agonizante; reza por él este rosario que te he enseñado. Al empezar a rezar el rosario, vi a aquel moribundo entre horribles tormentos y luchas.
Acógenos en el seno de tu muy compasivo Corazón y no permitas que salgamos jamás de Él. Te imploramos esta felicidad en virtud del más excelso amor; aquel con el que tu Corazón arde por el Padre Celestial. Clemencia Divina, promesa única de las ánimas agobiadas.
Misericordiosísimo Jesús, Tú que eres la Luz del género humano, recibe en la morada de tu Corazón lleno de compasión, a las almas de aquellos que todavía niegan en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de tu Felicidad las ilumine para que también, unidas a nosotros, ensalcen tu extraordinaria Misericordia; y no las dejes salir de la morada de tu Corazón desbordante de piedad. “Deseo, que esta Fiesta sea un refugio para todas las almas, pero más que nada para los pobres pecadores. “El alma que asista a la Confesión y reciba la Sagrada Comunión, obtendrá el perdón total de sus culpas y del castigo” . “El día de hoy tráeme a toda la Humanidad, singularmente a todos los pecadores y sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia. Así me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas”. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo -ten piedad de nosotros.
Ninguna de ellas sufrirá el tormento del fuego del infierno, pues las defenderé con especial empeño en el momento de la desaparición”. Padre Eterno, regresa tus ojos misericordiosos hacia las ánimas fieles, que guardan el legado de Tu Hijo. Y por los méritos y dolores de su Pasión, concédeles tu bendición y tenlas siempre bajo tu tutela. Que jamás claudique su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa Fe, sino que, con todo el ejército de Ángeles y Santurrones, glorifiquen tu sin limites Misericordia, por los siglos de los siglos.