Para ti, pensador caviloso, pálido de sentirte tan divino, es mucho más hostil la parte agria del mundo. Pero tu carne es pan, tu sangre es vino. Surge de pronto y arroja la esencia de la vida sobre tanta alma desquiciada, triste o implacable, que apasionado de tinieblas tu dulce aurora olvida. La tierra está preñada de dolor tan profundo que el soñador, imperial caviloso, sufre con las angustias del corazón del mundo. Un enorme vuelo de cuervos mácula el azul celeste.
Mi respeto por la aristocracia del pensamiento, por la nobleza del Arte, siempre es exactamente el mismo. Mi viejo aborrecimiento a la mediocridad, a la mulatez intelectual, a la chatura estética, apenas si se aminora el día de hoy con una razonada indiferencia. LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD En el momento en que se aproxima la Navidad, comienza a construirse alrededor nuestro un ambiente distinto, un ambiente de espera; las calles cambian de aspecto; en muchas viviendas hay algo diferente. Oracion al niño Dios en Navidad, para arrullar al niño Dios. 🔻❤️ Deja en los comentarios tu solicitud 🔻❤️Palabras de Vida © 2017#palabrasdevida #oraciones #… Noble peregrino de los peregrinos, que santificaste todos los caminos con el paso augusto de tu heroicidad, contra las certezas, contra las conciencias y contra las leyes y contra las ciencias, contra la mentira, contra la realidad…
Liturgia Viva Del Domingo 6º Del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Y la vida es secreto; la luz ciega y la realidad inalcanzable sorprende; la adusta perfección jamás se entrega, Y el misterio Ideal duerme en la sombra. Perla de ensueño y música amorosa en la cúpula en flor del laurel verde, Hipsipila sutil liba en la rosa, y la boca del fauno el pezón muerde. Como la esponja que la sal satura en el jugo del mar, fue el dulce y tierno corazón mío, henchido de amargura por el planeta, la carne y el infierno. Y tímida ante el planeta, de manera que encerrada en silencio no salía, sino en el momento en que en la dulce primavera era la hora de la melodía… Yo supe del mal desde mi niñez, mi Juventud… Sus rosas aún me dejan su fragancia, una fragancia de melancolía…
Tras la letra vas a encontrar el link para bajar el PDF de este canto. Este canto titulado A la rorro niño acordes y letra es un villancico popular. Se puede utilizar para arrullar al niño Dios. A la rorro niño, a la rorro ra acordes y letra es un villancico católico que se puede emplear para arrullar al niño Dios en noche buena.
Cantos De Adviento Cielos, Lloved Cielos, Lloved Vuestra Justicia! Ábrete, Tierra! Haz Germinar Al Salvador!
Y suene el divino clarín extraordinario. Se supieron presagios y prodigios se han visto y parece inminente el retorno de Cristo. De esta manera, Sire, en el aire de Francia nos llega la paloma de plata de Suecia y de Noruega, que trae en lugar de olivo una rosa de fuego. Mi intelecto libré de meditar bajo, bañó el agua castalia el alma mía, peregrinó mi corazón y trajo de la sagrada selva la armonía. Si en estos cantos hay política, es por el hecho de que hace aparición universal.
La América de españa como la España entera fija está en el Oriente de su mortal destino; yo interrogo a la Esfinge que el futuro espera con la interrogación de tu cuello divino. Faltos de los alientos que dan las grandes cosas, ¿qué haremos los versistas sino más bien buscar tus lagos? A falta de lauros son muy dulces las rosas, y a falta de victorias busquemos los halagos. Nos predican la guerra con águilas fieros, gerifaltes de antaño revienen a los puños, mas no relucen las glorias de las viejas hoces, ni hay Rodrigos, ni Jaimes, ni hay Alfonsos ni Nuños. Nieblas septentrionales nos llenan de tristezas, se mueren nuestras rosas, se agotan nuestras palmas, casi no hay ilusiones para nuestras cabezas, y somos mendigos de nuestras pobres almas.
A lo lejos alzábanse los muros de la región teológica, en que vive la sempiterna Paz. La negra barca llegó a la ansiada costa, y el sublime espíritu disfrutó la suma gracia; y ¡oh Montaigne! Núñez vio la cruz ponerse en pie, y halló al pie de la sacra Vencedora el cadáver helado de la Esfinge.
Líbranos, Señor, de abril y la flor y del cielo azul y del ruiseñor, de dolor y amor, líbranos, Señor. ¡Rosa de dolor, gracia femenina; inocencia y luz, corola divina! Tu castillo, Velázquez, se eleva en el sendero del Arte como torre que de águilas es cuna, y tu castillo, Góngora, se alza al azul como una jaula de ruiseñores labrada de oro fino.
Él afirma la pelea, la herida venganza, las ásperas crines, los rudos penachos, la pica, la lanza, la sangre que niega los heroicos carmines, la tierra; los negros mastines que azuza la muerte, que rige la guerra. Un búcaro latino, un noble vaso heleno va a recibir el obsequio del país de la nieve. Que a los reinos boreales el patrio viento lleve otra rosa de sangre y de luz españolas; ya que sobre la sublime fraternidad de las olas, al brotar tu palabra, un saludo le manda al sol de media noche el sol del Mediodía. Únanse, brillen, secúndense, tantos vigores dispersos; formen todos un solo haz de energía universal.
Phocas el campesino, hijo mío, que tienes, en apenas escasos meses de vida, muchos dolores en tus ojos que esperan muchos llantos por el mortal pensar que revelan tus sienes… Quiero expresar mi angustia en versos que derogada afirmarán mi juventud de rosas y de ensueños, y la desfloración amarga de mi vida por un vasto mal y cuidados pequeños. Ante el celeste, supremo acto, dioses y bestias hicieron pacto. Se dio a la alondra la luz del día, se dio a los búhos sabiduríay melodía al ruiseñor.
Rosario Del Espíritu Beato Tomado De Radio María Colombia En El Nombre Del Padre, Del Hijo Y Del Espíritu Beato Amén
Gloriosa la península que abriga tal colonia. ¡Aquí bronce corintio y allá mármol de Jonia! Las rosas a Velázquez, y a Góngora claveles.
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La tierra se vuelve desquiciada, el cielo a la tierra invoca cuando sonríe esa boca. Pues en ti existe Primavera para el triste, labor gozosa para el fuerte, néctar, Ánfora, dulzura amable. ¡Porque en ti existe el exitación de vivir hasta la desaparición y frente a la eternidad de lo posible!
La espada se comunica con vivo reflejo; ahora viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines. Jesús, incomparable perdonador de injurias, óyeme; Sembrador de trigo, dame el tierno pan de tus hostias; dame, contra el sañudo infierno una felicidad lustral de iras y lujurias. Y tu caballo blanco, que miró el visionario, pase.