La solemnidad de Cristo Rey corona el año litúrgico. Por este motivo, las lecturas se centran en la soberana realeza de Jesús. Pero, además, ¿qué cosa va a haber para nosotros mucho más dulce y despacio que el pensamiento de que Cristo impera sobre nosotros, no solo por derecho de naturaleza, sino más bien asimismo por derecho de conquista, conseguido a costa de la redención?
Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin. El título que a Jesús le gustaba era el de “hijo del hombre”. Jesús le afirma a Pilato que es rey; pero le explica que “su reino no es de este mundo”. No significa que no esté en la tierra, sino no es como lo cree la multitud de todo el mundo. Escapó, porque no deseaba que la multitud le nombrase rey, puesto que tenían un término muy diverso del reinado que pretendía Jesús entre nosotros.
Con La Celebración De Cristo Rey Se Concluye El Año Litúrgico
En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede comenzar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y de este modo el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. Así mismo vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros y en nuestros hogares, empresas y ámbito. Con la celebración de Cristo Rey se concluye el año litúrgico.
Con esto conseguiremos alcanzar un novedoso universo en el que reine el cariño, la paz y la justicia y la salvación eterna de todos y cada uno de los hombres. Al finalizar el año litúrgico con esta fiesta se deseó resaltar la relevancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Deseamos que Cristo reine en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio.
Jesucristo, Rey Del Cosmos
Tus ordenes son leales y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. En las Letanías del Beato Rosario aclamamos a la Virgen muchas veces como Reina. ¡Que Nuestra Madre reine en el planeta, nuestra casa! Con Ella a la cabeza tenemos la posibilidad de descansar tranquilos. Nos inclinamos ante “reyes” de aquí, cuado no pretendemos ser nosotros el rey autónomo de la propia existencia. Necesitamos liberarnos de esa especie de violencia interesante y esclavizante, que entendemos terminará en frustración en el momento en que todo lo mencionado finalice, porque terminará.
El Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, instauró esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su propósito es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra, de la Iglesia y de nuestras almas. El reinado sobre el planeta ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías, y reinará por los siglos de los siglos. Si quieres entender lo que Jesús nos anticipó de ese enorme día, puedes leer el Evangelio de Mateo 25,31-46.
Primeros Cristianos En Otros Idiomas
En esta enorme solemnidad de Cristo Rey pedimos a Dios, al lado de toda la Iglesia, que venga a nosotros Su Reino y que aparte de nosotros nuestros pequeños reinos. Pequeños, por el hecho de que en ellos servimos sólo a los hombres o a las ideas nuestras, pero no al único Rey, Creador y Señor de cuanto existe. No nos miente quien nos quiere, y nadie puede querernos como El, que muere para ofrecernos a su vida. En dar su historia por los hombres amándonos a fin de que viviésemos por El, se encontraba el cumplimiento de su misión y se establecía de esta manera el Reino de Dios entre los hombres, el Reino de los hijos de Dios.
Pero nuestro Rey reina sobre los hombres sirviendo, deseando solucionar la ceguera de nuestra inteligencia herida por el pecado, y haciéndonos comprender que no podía negar su realeza, si bien afirmar Yo soy Rey le condujese a la Cruz. Tan importante es para los hombres esta verdad, que el Hijo de Dios deseó fallecer antes que negar su condición real. TIERRA SANTA Para un católico, los lugares en que Cristo nació, vivió, sufrió, murió y resucitó tienen un carácter especial.
Esta fiesta tiene un sentido escatólogico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Busca el texto de Daniel 7 en tu Biblia y fíjate en que la figura del Hijo del Hombre se contrapone a cuatro figuras bestiales precedentes, que representan a los imperios que dominaron a los judíos durante la historia. El Hijo del Hombre viene a humanizar un mundo de fieras. Al que nos quiere, y nos ha librado de nuestros errores con su sangre, y nos hizo reino y curas para Dios, su Padre.
Y en mi visión nocturna vi venir una suerte de hijo de hombre entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el adulto mayor y llegó hasta su presencia. Y todos y cada uno de los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. Ahora bien, que Cristo es Rey lo afirman varios pasajes de las Sagradas Escrituras y del Nuevo Testamento. Esta doctrina fue seguida por la Iglesia –reino de Cristo sobre la tierra- con el propósito festejar y glorificar durante el ciclo de forma anual de la liturgia, a su autor y principal creador como a soberano Señor y Rey de los reyes.