María la prepara con sabios consejos para que hable con sumisión y confianza a su directivo. La anuncia futuros eventos para afianzar la fe de aquellos que tengan la posibilidad de dudar de la aparición y, la regala una relación familiar madre-hija, que la dejará aproximarse a ella hasta el extremo de apoyar sus brazos y manos en las rodillas de la Reina del Cielo. San Maximiliano Kolbe, franciscano y mártir, conoció esta especial devoción mientras que estudiaba en Roma, en el año 1917. Concretamente, conoció la historia de de qué forma se transformó el entonces masón Alfonso de Ratisbona gracias a la intercesión de María por medio de la medalla. Tras ver transformada toda su historia, Alfonso entró a la Compañía de Jesús, que más tarde abandonó para viajar a Jerusalén, donde fundó un convento para una congregación dedicada a la evangelización entre el pueblo judío.
En 1954, con ocasión del centenario de esta definición, la Santa Sede hizo acuñar una medalla conmemorativa. En el reverso de la misma, la imagen de la Medalla Prodigiosa y la de la gruta de Lourdes, socias íntimamente, ponían de relieve el nudo íntimo que une las dos apariciones de la Virgen con la definición de¡ dogma de la Inmaculada Concepción.. Pero habitualmente se ignora que las visualizaciones de la Capilla de la Calle del Bac prepararon los enormes hechos de Lourdes. Leamos el mensaje escrito por exactamente la misma santa Catalina Labouré.
N/a: Madre Del Verbo (kihebo, Ruanda)
Los fieles también pueden decantarse por recitar la Coronilla de la Medalla Prodigiosa, que se puede usar en la apertura del Rosario o como Novena o Triduo antes del 27 de cada mes, en especial en el mes de noviembre. La Coronilla de la Medalla Prodigiosa se constituye de la oración inicial, la recitación del Credo en su forma corta, y tres súplicas alternadas por tres Ave María. Se cierra con la Oración final, con un Padrenuestro, Ave María y Gloria para el Santurrón Padre. Catalina halló alguna resistencia, pero al final la Medalla fue acuñada, en 1832, en precisamente 1500 especímenes, pero rápidamente su poder se manifestó con varias curaciones y conversiones, tanto que fue preciso realizar millones de copias. Asimismo los papas Gregorio XVI y Pío IX la han empleado y la Capilla de las Apariciones se convirtió en un lugar de culto y peregrinación.
La cruz es el misterio de la redención y la barra que la mantiene es la letra del alfabeto heleno “Yota” o “I”, que es monograma del nombre “Jesús”. La conocida inscripción “Oh María” asegura la Inmaculada Concepción de la Virgen. Este aspecto fue manifestado a Santa Catalina el 27 de noviembre de 1830, bastante antes que se proclamase el dogma en 1854. Además, señala la misión de intercesión de la Madre de Dios. Las 12 estrellas sobre la cabeza de María y el color de su vestuario muestran a la mujer vestida de sol del libro del Apocalipsis.
N/a: Día De La Medalla Prodigiosa, París (francia)
Advertí que sus dedos se llenaban de anillos y piedras hermosas, y los rayos de luz que de ellos salían se propagaban por todos lados. En esta casa habitaba en 1830 una novicia llamada sor Catalina Labouré, a quien la Muy santa Virgen confió un mensaje salvador para todos los que con seguridad y furor lo aceptaran y practicaran. En la parte de atrás de la medalla, los 2 monogramas de María y Jesús, sus corazones perforados, cuentan una historia de mal y amor y sacrificio sin fin. Particularmente, el corazón coronado con las espinas de Jesús simboliza Su sacrificio de amor por los hombres, mientras que el corazón perforado por la espada de su Madre representa el amor de Cristo, quien vive y arde dentro de ella, y a través de ella se vuelca sobre todos y cada uno de los hombres. En el reverso, doce estrellas rodean una M, que representa a María, de la que nace una cruz, que encarna a Cristo y nuestra redención.
Tres Ave Marías, y 3 ocasiones la jaculatoria “Oh María sin pecado original concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”. La capilla padece múltiples transformaciones con la intención de agrandarla. Para el centenario, en 1930, una reconstrucción casi completa la deja como la vemos. La Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Prodigiosa es en la actualidad un lugar de oración, centro pastoral y meta de peregrinaciones. Es un espacio vicenciano, el cual deja enseñar gratamente en su diversidad, a la Familia Vicenciana.
La Virgen, aplastando la cabeza de la serpiente infernal y aureolada de aquellas letras de oro, hace aparición como Inmaculada. Los rayos que salen de los anillos de sus dedos, nos aseguran que es Virgen vigorosa y medianera de todas las gracias que Dios manda al mundo por medio de Ella. Los 2 Corazones son, además del símbolo del amor de Cristo por los hombres y del de su Madre, llevada a cabo Madre nuestra, el resumen de la devoción los Sagrados Corazones.
También dejó a cargo de Ella sus proyectos, como la misión que realizó al viajar a El país nipón. El globo, que representa a la tierra, está bajo los pies de la Virgen por ser reina del cielo y de la tierra. En la calle del Bac, número 140, en pleno centro de París, está la vivienda madre de la Compañía de las Religiosas Hijas de la Caridad, que fundaran san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillach. Santísima Virgen, yo creo y admito tu santa Inmaculada Concepción, pura y sin mancha.
Ha reunido en su liturgia todo lo mucho más sublime que en el planeta se ha ideado para subir el espíritu y expresar lo inenarrable y lo divino. Colaborar en proyectos de ayuda popular y cooperación al desarrollo que incidan especialmente en mejorar la calidad de vida de mujeres, pequeños y jubilados. Crear y desarrollar una red de mujeres cristianas en España que colaboren con su oración y trabajo a la propagación del Evangelio en el seno familiar, en el ámbito laboral, en la sociedad y en la Iglesia en su grupo. Patrocinar estudios, investigaciones y publicaciones sobre la Mujer como persona, mujer y madre. Admitir y fomentar su vocación al amor como parte miembro de su humanidad y complementaria con el hombre, engendrando nuevos humanos en el seno familiar. Hacer y desarrollar unos premios cada un año que atraigan la atención del mayor número de personas por su temática y finalidad, y que sean una referencia católica en España.
Este objeto de veneración, con un poderoso simbolismo, capaz de curaciones inesperadas y actos espectaculares, proviene de una aparición, de un instante de amor divino hecho carne y luz, del encuentro entre una novicia joven y humilde de solamente veinticuatro años y la Virgen María. En una charla nocturna que duró horas, llevada a cabo no únicamente de expresiones, sino de miradas, gestos, manifestaciones de aprecio y devoción y una esperanza vibrante. En la parte frontal, María está de pie sobre un globo como Reina del cielo y de la tierra, machacando la cabeza de una serpiente para proclamar que Satanás no posee poder en frente de Ella. Hace aparición el año 1830, cuando la Virgen le da el diseño a la santa. La referencia a María concebida sin pecado manifiesta el dogma de la Inmaculada Concepción de María, proclamado en 1854.
La Medalla Prodigiosa Cumple 190 Años
El 31 de enero recibió el bautismo, la confirmación y la comunión del manos del Cardenal Patrizi. La antigua capilla del Sagrado Corazón, en la Casa Madre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Rue du Bac, se ha convertido en Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, ya que allí se manifestó la Virgen María a Catalina Labuouré en el año 1830. En el anverso de la Medalla Prodigiosa hace aparición la Virgen sobre el planeta y aplastando con los pies la cabeza de la serpiente.
La Virgen María comunica a Catalina la misión que Dios le quiere confiar, la acuñación de una medalla, en la que apareciera una M, sobre la que había una cruz descansando sobre una barra, y debajo 2 corazones de Jesús y María, el primero circundado de una corona de espinas y, el segundo, traspasado por una espada. Las gracias van a ser más rebosantes para los que la lleven con seguridad”. La devoción de la Medalla Milagrosa surge en el año 1830, en el momento en que la Virgen se hace aparición a Santa Catalina Laboure en París. Presentándose como la Inmaculada Concepción, María estaba situada encima de una esfera y con rayos de luz refulgentes saliendo de sus manos. Bajo los pies de la Madre, Santa Catalina veía una serpiente cuya cabeza era aplastada por María. La crónica de la Medalla Milagrosa (o medalla de Nuestra Señora de las Gracias, o medalla de la Inmaculada) asimismo está relacionada con este tipo de experiencia.
“Estos rayos -siguió María- son símbolo de las gracias que concedo a cuantos me las piden. Alrededor de la Virgen, se leían, escritas en oro, las expresiones que hemos reproducido más arriba. El día de hoy 27 de noviembre es una fecha muy conmemorada en el planeta católico, la «Virgen de la Medalla Milagrosa», evocando las visualizaciones marianas de 1830 en la Rue du Bac en París, a una joven religiosa de las Hijas de la Caridad, el día de hoy Santa Catalina Labouré. Así, ocasionalmente, María desciende para rememorar a quienes creen y confían en ella, su deber, su voluntad de ayudar a los hombres y mujeres en su viaje diario, de apoyarlos, defendiendo siempre y en todo caso su causa frente a los ojos del Padre. El Catolicismo reconoce la oportunidad de que ciertos hombres y mujeres particularmente merecedores, durante los siglos, hayan recibido la visita de Jesús, la Virgen María o un Santo o Beato en particular.
Alrededor, 12 estrellas simbolizan a los apóstoles, que representan la Iglesia entera en torno a María. Catalina Labouré nació el 2 de mayo de 1806 en Fain-les-Moutiers, un pueblo de la Borgoña francesa. Es la octava de diez hijos de un matrimonio propietarios de una granja. Su madre Magdalena muere a los 46 años, causando un triste duelo en la familia. Catalina llorando abraza una estatua de la Virgen y declara “Ahora serás tú mi mamá”. Fue el fundador de la Milicia de la Inmaculada, congregación que -como su nombre indica- fue encomendada a las manos de María.