En uno y otro caso los métodos usados pueden variar, como luego veremos. El desarrollo a Blanca Bardiera no es un proceso inquisitorial sino que viene de la curia local. En el caso de Cataluña la persecución de la brujería semeja haber sido mucho más intensa por parte de las autoridades locales que por parte de la Inquisición.
Es también entonces en el momento en que la lucha por el control masculino del conocimiento, de la ciencia, se recrudece, empezando entonces la caza de brujas. La referencia del Malleus a que la imputada sea “desnudada” por mujeres sinceras, confirma esa lectura del empleo del vocablo “sincera”. Una mujer honesta era una mujer pudorosa sexualmente y “de buena fama”, esto es, que esa característica no esté en duda. Se habla del contrario ética a la “mujer adúltera” reprendida en la Biblia10, que recomienda que “las mujeres, por su lado, se arreglen decentemente, con recato y modestia”11.
Aborto Como Truco De Magia
Si adquiere una manera redonda y baja se pronostica el nacimiento de una fémina. Por el contrario, la redondez en la cara y el buen color comunican que el feto es masculino. Va a nacer hembra en el momento en que el abultamiento es mayor en la parte izquierda y varón en el momento en que la embarazada tenga el banduju a su lado derecho. Aunque en algunas regiones de la península parece que se daban más casos de brujería que en otras, podían hallarse brujas en cualquier parte, especialmente en las áreas despobladas. Parece ser que la mayor o menor concentración se debería a la mayor o menor abundancia de yerbas medicinales en la región y a la persistencia o no de ritos religiosos precedentes al cristianismo.
Por otro lado, las curias locales aceptaban más fácilmente pruebas en general inadmisibles en derecho, aunque ya vimos que esto era frecuente en los procesos por brujería por norma general. A veces, los inquisidores vinculaban la utilización de bálsamos con la supuesta aptitud de volar de las brujas, como se ve en un proceso de brujería fechado en 1620 en Puigcerdà. El proceso describe una suerte de aquelarre de brujas en el cual una mujer alienta a otra llamada Jonga a quitarse la ropa y ponerse un ungüento y, al llevarlo a cabo, ésta sale volando por la chimenea. Durante el Renacimiento la corriente misógina se consolida, dando lugar a un período de regresión para las mujeres en todos los terrenos.
Alguno podía denunciar, y una vez denunciada la primera bruja, se empezaba la cadena. Además de esto, en este “delito” los inquisidores empleaban a menores, especialmente a las niñas, a quien se presionaba para atestiguar contra sus madres. Llegó un momento, hacia principios del siglo XVII, que las acusaciones se descontrolaron. Cualquiera podía ser acusado, hasta las mujeres de los oficiales e inquisidores, hasta los inculpadores mismos. De esta manera, exactamente las mismas autoridades que alimentaron la cadena de muertes, comenzaron a negar y desacreditar las acusaciones por brujería.
Las mujeres estaban como es natural excluidas de este círculo elitista. Cualquier mujer que gozara de cualquier clase de independencia era proclive a ser considerada hechicera. Los inquisidores pensaban que las mujeres que quedaban fuera del control masculino, ajeno de su tutela mediante la familia, o que se mantenían fuera o en los bordes de los roles femeninos precriptos para ellas, eran elementos perturbadores del orden social predeterminado. Mujeres solas, solteras o viudas, pobres, viejas, extranjeras, melancólicas, sanadoras, el espectro podía ser variado. Si al final sale adelante y se aprueba, nunca más serán novedad las situaciones de niñas de 11 y 13 años violadas por familiares que son obligadas a dar a luz.. Tampoco habrá más casos como el de Paola, la mujer cuya historia desata este artículo.
Muchas mujeres cacereñas en lugar de predecir lo que hacen es una sucesión de prácticas con el fin de propiciar el sexo del feto de conformidad con sus propios deseos. De ciertas de ellas ya he tratado mucho más arriba tanto al hablar de la propiciación a nivel general como al referirme a las fórmulas de adivinación del sexo del niño aún no nacido. Se cree en ciertos puntos de la provincia que el feto es asexual hasta un período bastante avanzado de la gestación. Ello como resulta lógico anima a la embarazada a efectuar ciertos actos que influirán a que el niño se decida por género masculino o femenino. En Gargantilla y Jarilla la gestante comerá corteza de pan si lo que desea es traer al mundo un niño. En caso de que quiera ofrecer a luz una hembra no va a tener mucho más que comer miga de tan común alimento.
Rev Bioética Y Derecho No43 Barcelona 2018
El non leti sic qsi turbati21 del acatamiento de la mujer antes desnudada y afeitada “en todos y cada uno de los lugares donde tenga pelos” es una expresión en la que podemos leer, actualmente, la connotación sexual del acto de poder y su amplitud de significados. Desde nuestra mirada de hoy tenemos la posibilidad de detectar, entonces, no sólo los sentidos sociales de la enorme criminalización de la mujer de la edad media, sino también las pequeñas “ganancias” de poder/placer -obviamente sádicas- presentes en las prácticas. Denuncian que a las mujeres solo les queda la opción del “aborto accidental”. Por eso, en vídeos de ficción, muestran cómo provocarse un aborto chocándose contra un vehículo o tirándose por unas escaleras.
Las sanadoras de extracción pobre y campesina trabajaban para la comunidad, para las clases populares. En el Malleus aparece el acatamiento corporal y sexual como un factor insinuado, pero no desarrollado; prácticamente como acto fallido. Naturalmente, al leer ese artículo cinco siglos después, tenemos la posibilidad de advertir nuevos trasfondos y entre líneas.
La Campaña De La Asociación Miles Demanda Que El Único Aborto Permitido Es El Accidental
Era necesario el control de las fuentes del entender por la parte de los hombres de los estamentos dominantes. Las disciplinas se desarrollaron bajo la inspección de la Iglesia, bajo los límites delineados por la fe cristiana. De hecho, juristas y médicos colaboraron y tuvieron su papel en la caza de brujas, dándole un marco legal o actuando como consejeros en los tribunales. Un número importante de las mujeres que fueron condenadas a muerte durante los siglos de la caza de brujas fueron mujeres que ejercían de sanadoras en sus comunidades. Los remedios que las embarazadas cacereñas han empleado como abortivos a lo largo de los años son poco numerosos, si bien cansado complicados. En Granadilla y algunos pueblos de su antigua mancomunidad provocaba el aborto tomar en ayunas una infusión de romero y perejil o, para el caso es exactamente lo mismo, una infusión de raíz de hierbabuena, perejil seco y clara de huevo.
La teoría según la cual la creación de las universidades acarreó una evolución positiva y de avance en la que la superstición popular fue sustituida por la ciencia, es, por lo menos, discutible. Sería mucho más acertado afirmar que los nuevos “profesionales” obligaron por la fuerza su “superioridad” contra esos que les incordiaban y podían desafiarles. Para las historiadoras Pina Cavallo y Milagros Rivera, existe una relación entre los cambios por el control de la ciencia y las relaciones sociales entre los géneros, al unísono que estos cambios encajan con el endurecimiento de la persecución de las brujas. Este vínculo se materializa en la separación entre la magia natural, forma premoderna de la ciencia y de la que se apropian los hombres, y la magia negra, subterránea y perseguida, y que definía la que practicaban las mujeres. Las primeras mujeres sanadoras acusadas fueron mujeres instruidas que trabajaban para clientes de la misma extracción popular, esto es, para los estamentos privilegiados.
Vivir, Comer, Abortar
En Eljas, Monroy, Cadalso, Cañamero y Caminomorisco se asegura que en el momento en que un niño de meses bate sus manos no hace otra cosa que comunicar la preñez de su madre. El toro como dador de la fecundidad se recoge en una secuencia de mitos extremeños. Tal es el toro de San Juan, en Ahigal, al que limpiándole la baba alguna moza ésta alcanzaba la concepción. En la historia extremeña del toro de Oro una mujer logra vencer la esterilidad gracias a la virtud mágica de una estatua del bravo animal. La asociación toro-imagen religiosa-fecundidad puede comprobarse numerosas veces en la provincia. En Extremadura son corrientes los emplastos para sanar la esterilidad.
Ahora está la ultraizquierda buscando los casos más extremos para justificar la desaparición de millones de inocentes. La campaña a favor del aborto en Chile que ha desatado la polémica. Es regla en todos y cada uno de los pueblos el que la gestante se introduzca una moneda por el escote del cuello de manera que baje hasta el suelo rozándole la piel. Las embarazadas de la Vera tienen por práctica mirar la vela más gordita de las que alumbran el monumento en Semana Santa. Si esta no se apaga a lo largo de los oficios pueden dar a propósito que van a ser madre de algún varón. En Jaraiz se cree ciegamente que si la embarazada en sus tres primeros meses de gestación no tropieza en el umbral al ingresar o salir de casa va a tener un zagalillo.
Si lo realiza sobre las tijeras va a tener una niña; si se ajusta sobre el cuchillo, un varón. Se esconden en una habitación dos vestidos de niño, de color azul y de color rosa respectivamente. Si da primero con el vestido azul es porque el sexo del feto es varón. De un pañal viejo tiran marido y mujer, cada uno de ellos agarrando por un extremo, hasta romperlo. El nonnato va a ser del sexo del que se quedó con el trozo mucho más grande.