Pues, si no estáis entrenados, es difícil. En el momento en que llegue el momento no lo haréis, y si estáis en pecado mortal perderéis el cielo. Estad, ya que, preparados en todo momento. ¿Si viajáis en un barco, no hay un ensayo para estar preparados en caso de hundimiento?
Son muy perdurables, muy claros y afilados. Te durarán muchos años de oración. Esta tarjeta Actus Contrionis incluye una imagen de un confesionario real y fué en especial diseñada por nuestro artista para el juego de cartas sagradas latinas. Esta tarjeta ha sido desarrollada digitalmente y hecha a mano en los Estados Unidos.
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Señor, sea eternamente bendita la gloriosa Santa ana, por haber tenido la esa de llevar en su seno a la Santísima Virgen María, Madre de Dios. La acompañamos con todo nuestro afecto y devoción en la alegría que experimentó en el nacimiento de su Hija, y la felicitamos por el generoso sacrificio que hizo al Altísimo en el momento en que la presentó en el Templo. Ofrecemos merced a Dios por habernos dado a saber y querer la figura de nuestra querida Santa Ana y nos gloriarnos de las gracias y bendiciones con que la adornó el Altísimo.
Como rezar el Rosario En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Beato. Credo, Padre Nuestro, 3 Ave María, Gloria. O bien Dios santo, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Preguntas para la primera comunión.
Secretos Lumínicos (jueves)
Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame.
El día de hoy nos unimos a todas y cada una de las criaturas y al mismo Corazón del Hijo María para bendecir dignamente al Altísimo, que tanto te ha glorificado. Sólo nos queda regresar a encomendarte a toda la Iglesia, todas y cada una nuestras pretensiones y deseos, nuestra vida y nuestra muerte. Concédenos, amada Santa, conoceros y amaros a ti y a tu Sagrada Familia, crecer en este santurrón amor y tenerte grabada en la mitad de nuestro corazón; amarte en el tiempo y en la eternidad. Contempla hoy, amante de Santa Ana, a nuestra Letrada, que adjuntado con su marido San Joaquín, puso a su Hija por nombre María, que significa “estrella”, “señora, mar de gracias”. ¡Qué esa y admiración sentiría Santa Ana los tres años que vivió en compañía de María! Amamantarla, cuidarla, hablarle, estrecharla en su corazón, y llevarla en los brazos, oírla hablar y recibir de ella sus primeros cariños de Hija.
Venid, Leales Cristianos (adeste, Fideles)
Y vuestro Acto de contrición dicho enserio, dicho de corazón (y con propósito de no volver a pecar), para poneros en felicidad de Dios. Donde está la contrición especial, allí está la caridad, y donde está la caridad, allí está la gracia santificante. Esta gracia, como enseña el Angélico Doctor Beato Tomás de Aquino, no está limitada a los sacramentos, signos y causas sensibles de la gracia.
Pero es sobre todo deseable que cada uno de ellos la custodie profundamente grabada en su corazón para las horas de enfermedad y los riesgos de muerte. Un acto de contrición es un género de oración cristiana que expresa mal por los pecados . Puede usarse en un servicio litúrgico o en privado, en especial en relación con un examen de conciencia .
«El santurrón Rosario es el remedio más conveniente y eficaz para conseguir la ayuda materna de la Virgen». Líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas. R ita R ing. Un libro para colorea con pequenas meditaciones. Sobre los 15 misterios del rosario.
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Colecta de tarjetas sacramentales. Hermosa tarjeta laminada con bellas frases. Su calidad de cartas, junto con la belleza no te decepcionará. Dentro de la Iglesia Católica, el término “acto de contrición” se aplica de manera frecuente a una fórmula en particular, que no se da de manera expresa en el manual de Indulgencias . La oración expresa en expresiones un “acto” profundamente personal que compromete los cariños y la voluntad de un individuo. Contempla, fiel apasionado de Santa Ana, de qué forma fue bendecida y predestinada por Dios para la maternidad mucho más grande de todo el mundo después de la de su Hija, como es ser Madre de María, la Madre de Dios.
Ella vio crecer a su Hija en gracia, en edad y en sabiduría enfrente de Dios y de los hombres y al lado de ella se sentía frente a la fuente de todas las gracias. Sólo en el cielo vamos a conocer y gustaremos las gracias que recibió nuestra Santa estos tres años, su gozo y su santidad. Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Se le invoca en especial como protector de la pureza, profesor de la vida espiritual y letrado de la buena muerte. CATECISMO DE LA DOCTRINA CRISTIANA Primeras nociones ORACIONES PRINCIPALES Señal de la Cruz Persignarse. Por la señal + de la Santa Cruz de nuestros + contrincantes, líbranos Señor + Dios Nuesrto. Adoración Eucarística con niños Se explica lo que se va a hacer.
Allí la aclaman todos los bienaventurados como Madre dichosa de la Reina de todos y cada uno de los santurrones, María, la joya mucho más grande después de su Hijo Jesucristo. ¿Qué no podrá alcanzarnos nuestra Santa, siendo madre de la misma Madre de Dios? Mil veces dichosos sean los que ahora son sus amantes y devotos y los que ardientemente se esmeran en darla a comprender y querer. Como dice San Juan Damasceno, todos estamos obligados a los beatos Progenitores de María, Madre de Dios; y como añade San Alfonso, después de Jesús, María y José, San Joaquín y Santa Ana, Padres de María, la Madre de Jesucristo. Considera el día de hoy cuán profundo sería el gozo de Santa Ana cuando viese entrar en la Gloria a Jesucristo Dios, Hijo de María, vencedor del pecado y de la muerte. En este último día de la novena consagrada a ti, nuestra querida Santa Ana, glorificamos de un modo particular a Dios, que tanto te distinguió en la tierra y tanto te distingue ahora en los cielos.
Nacida del linaje de David, fue llamada con el glorioso nombre de “Ana”, que significa “Felicidad”, porque iba a ser la Madre de la Llena de Gracia, de la más fantástica criatura de este mundo después de Jesús. Estas páginas son una inestimable asistencia para conservar, reforzar y dar a conocer la devoción a Santa Ana que nos transmitieron nuestros mayores; para rezar apoyados en su intercesión; y para conformar nuestra vida a imitación de la suya. La contrición es una gracia que Dios concede a quien se la pide. Falsos Cristianos contemporáneos, quienes evitan todo tipo de lucha espiritual, andan por ahí con sus frentes en prominente y ven desdeñosamente por encima de sus hombros al resto de nosotros los pecadores.